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jueves, junio 02, 2022

Call for Pósters y Networking: Congreso ACOP en Valencia (14-15 julio 2022)

 

ACOP Valencia 2022. Encuentro Internacional de Comunicación Política
Valencia, 14 y 15 de julio de 2022, Palacio de las Comunicaciones
https://compolitica.com/congreso-acop-2022/

La Asociación de Comunicación Política (ACOP) celebrará su VI Encuentro Internacional en Valencia el 14 y 15 de julio de 2022. El congreso, que acogerá la celebración de mesas redondas sobre comunicación parlamentaria, publicidad política e innovaciones tecnológicas en campañas electorales, incluirá una parte académica que consistirá en dos actividades:

1.- Una sesión de networking académico y profesional, en el que los interesados podrán conversar con representantes de las principales consultoras de marketing político del país y conocer los programas de posgrado en comunicación política de varias universidades españolas.

2.- Una sesión de pósters académicos, en la que los estudiantes de máster y doctorado podrán presentar de manera sintética su proyecto de tesis o un artículo en elaboración para someterlo a la evaluación y comentario de los profesores e investigadores que forman parte del Comité Académico de ACOP. Se otorgará un premio al mejor póster académico.


Para participar en la sesión de networking solo tienes que inscribirte en el congreso: https://compolitica.com/congreso-acop-2022/

Si además quieres presentar un póster, debes inscribirte en el congreso y además enviar el título y abstract de tu investigación a través del siguiente formulario: https://forms.gle/1CAiF1zwRZpfmDZz5

Si nunca has hecho un póster científico, aquí tienes una guía muy concisa de tan solo dos páginas con todas las instrucciones: https://bit.ly/3sxZVrq

Si tienes cualquier duda, escribe al coordinador del comité académico, Francisco Seoane Pérez: francisco.seoane@uc3m.es

Entre los ponentes confirmados para este congreso está Nicolás Checa, analista político y jefe de gabinete de la Casa Blanca con Bill Clinton.

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miércoles, julio 07, 2021

Primera temporada del podcast de ACOP: 12 meses de comunicación política en estéreo

 


Publicado originalmente en La Revista de ACOP, Nº 62, Segunda Etapa, pp. 46-47.

El podcast mensual de ACOP, Comunicación & Política, se toma un descanso este verano tras una primera temporada por la que han desfilado académicos de Estados Unidos, México, Venezuela, Colombia y España para analizar elecciones, evaluar el impacto del coronavirus en la confianza ciudadana en los gobiernos, examinar el estado de la libertad de expresión y tomar el pulso al ascenso de la derecha radical. Presentado por el periodista y profesor universitario Paco Seoane, el programa prepara ya una segunda temporada para este otoño. Mientras llega, te invitamos a repasar sus 12 episodios desde tu plataforma de podcasts favorita.

Episodio 12 (junio 2021): Diez años del 15-M: ¿qué cambiaron los Indignados? Debate con Víctor Sampedro (Universidad Rey Juan Carlos), Eva Anduiza (Universitat Autònoma de Barcelona), Martín Portos (Universidad Carlos III de Madrid) y Cristina Flesher Fominaya (Loughborough University).

Episodio 11 (mayo 2021): ¿Quién hablará en europeo? Entrevista con Arman Basurto y Marta Domínguez Jiménez, autores del libro ¿Quién hablará en Europeo? El desafío de construir una unión política sin lengua común (Clave Intelectual, 2021).

Episodio 10 (abril 2021): Réquiem por el liberalismo español: debate con Gabriel Elorriaga (Partido Popular), Javier Moreno Luzón (Universidad Complutense de Madrid) y Daniel Gascón (Letras Libres).

Episodio 9 (marzo 2021): Los narcocorridos como forma de propaganda: entrevista con Juan Larrosa-Fuentes (ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara, México).

Episodio 8 (febrero 2021): Los discursos de odio: entrevista con Germán Teruel Lozano (Universidad de Murcia).

Episodio 7 (diciembre 2020): El fenómeno VOX: entrevista con José Rama Caamaño (Universidad Carlos III de Madrid) y Andrés Santana Leitner (Universidad Autónoma de Madrid).

Episodio 6 (noviembre 2020): Retooling Politics: entrevista con Gonzalo Rivero y Daniel Gayo-Avello, co-autores con Andreas Jungherr del libro Retooling politics: How digital media are shaping democracy (Cambridge University Press, 2020).

Episodio 5 (octubre 2020): Bielorrusia, revolución y desinformación: debate con José Ángel López Jiménez (Universidad Pontificia Comillas) y María José Pérez del Pozo (Universidad Complutense de Madrid). Entrevista desde Colombia con Ana María Miralles (Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín).

Episodio 4 (septiembre 2020): La legitimidad de la monarquía: debate con Enriqueta Expósito (Universidad de Barcelona), Alicia Mira (Universidad de Alicante) y Antonia Martínez (Universidad de Murcia) - Entrevista desde Venezuela con Andrés Cañizález (Universidad Católica Andrés Bello).

Episodio 3 (agosto 2020): Especial verano: los orígenes de la oratoria.

Episodio 2 (julio 2020): Elecciones autonómicas en Galicia y País Vasco: debate con Antón Losada (Universidade de Santiago) y Braulio Gómez Fortes (Universidad de Deusto). Entrevista desde México con Grisel Salazar (Centro de Investigación y Docencia Económicas).

Episodio 1 (junio 2020): La crisis del coronavirus en Argentina y Reino Unido: debate con Adriana Amado (Universidad Argentina de la Empresa) y Sìlvia Majó-Vázquez (Oxford University). Entrevista desde EE.UU. con Daniel C. Hallin (University of California, San Diego).

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viernes, febrero 05, 2021

Jay Blumler (1924-2021): un pionero guiado por valores reformistas

Publicado originalmente en La Revista de ACOP Núm. 57 (Etapa 2), febrero de 2021, pp. 58-59.

A finales de enero de 2021 nos dejaba Jay G. Blumler, pionero de la investigación en comunicación política. A los estudiantes de periodismo les sonará por el famoso artículo co-escrito con Gurevitch y Katz sobre los usos y gratificaciones de los medios de masas, que significó un giro copernicano al considerar a las audiencias como activas. Pero Blumler fue, además de iniciador de los estudios de comunicación política comparada, un investigador guiado por el espíritu reformista de sus valores socialistas.

Aunque muchos lo identifican como británico -no en vano pasó gran parte de su vida en Reino Unido- Blumler nació en los Estados Unidos, en el seno de una familia socialista. “Mi madre era una convencida New Dealer y mi padre fue miembro del Socialist Labor Party of America”, confesó durante una mesa redonda en Leeds en diciembre de 2008. Su formación izquierdista continuaría en el Antioch College (Yellow Springs, Ohio), donde los propios estudiantes participaban en el gobierno de la universidad. Allí aprendió que otro mundo, más participativo y democrático, era posible: “la idea de que ‘esto puede ser’ inspiraría desde entonces mi trabajo”, afirmó.

Veterano de la Segunda Guerra Mundial, Blumler aprovechó una de las becas otorgadas al amparo de la G.I.Bill para atterrizar en la London School of Economics del legendario pensador socialista Harold Laski. Allí se convertiría en uno de los editores de Socialist Commentary, la revista del Socialist Vanguard Group. Aunque el cambio social que ansiaban tardaba en llegar, se conformaban con el lema de “la transición lo es todo”. Ese ánimo normativo por una sociedad mejor alimentaría sus obras más célebres, Citizenship and television (1967) y Television and the public interest: vulnerable values in Western European broadcasting (1992), esta última editada en España por Bosch bajo el título Televisión e interés público en 1993.

Sus investigaciones sobre comunicación política comenzarían en 1963, cuando llega al histórico condado de Yorkshire para convertirse en el Granada TV Fellow de la Universidad de Leeds, en el noreste de Inglaterra. El Centre for Television Research, en el que también trabajaría otro pionero, Denis McQuail, sería el embrión del futuro Institute of Communications Research de la Universidad de Leeds, que hace unos años cambió su nombre por otro más anodino, la School of Media Communication. Los 60 fue la década de la eclosión de la televisión comercial en Reino Unido. Blumler no estaba muy contento con los estereotipos sobre las audiencias, a las que él consideraba “ambivalentes”: por una parte, desean saber sobre los partidos y la política pero, al mismo tiempo, son vulnerables al engaño”. Así, consagraría buena parte de su carrera a buscar un tipo de comunicación política que activara a las audiencias, en lugar de desinteresarlas por lo público.

Quizá por su condición bi-nacional (americano-británico), Blumler fue un precoz abanderado de la investigación comparada, ya que pensaba que los integrantes de los sistemas de comunicación política (periodistas, activistas, políticos, audiencias) variaban su manera de interactuar según el contexto. También fue pionero en estudiar la comunicación política a escala europea, coordinando el primer estudio sobre el papel de la televisión en la primera campaña de las elecciones al Parlamento Europeo en 1979 (Communicating to voters: television in the first European Parliamentary elections, 1983).

Con su colega Michael Gurevitch (fallecido en 2008) publicaría en 1995 uno de sus trabajos más influyentes, el libro The crisis of public communication, donde se acumulaba su saber sobre la cobertura de elecciones en EE.UU. y Reino Unido desde los años 60, sobre todo en lo relativo a la televisión. De sus entrevistas y observaciones en la BBC, Blumler y Gurevitch concluyeron que los periodistas se mueven entre actitudes “sacerdotales”, tratando la política como algo sagrado y serio, y “pragmáticas”, tratando la política como un elemento noticioso más, susceptible de ser espectacularizado o incluso ignorado.

Blumler mantuvo contacto con académicos de todo el mundo, a los que recibía en Leeds con alguna de las canciones con las que amenizaba sus clases. El propio José Luis Dader, uno de los fundadores de ACOP, puede dar buena fe de ello.

Durante los últimos años, el profesor Stephen Coleman ha sido quien más activamente ha tratado de poner en valor el legado de Blumler, auspiciando una ‘Blumler annual lecture’ en la Universidad de Leeds y coordinando un libro de ensayos en su honor bajo el título Can the media serve democracy? (Palgrave, 2015). En ese volumen James Curran traza un completo perfil biográfico de Blumler al que referimos a los interesados.

Durante mis años como estudiante de doctorado en Leeds tuve la oportunidad de comprobar que Blumler escuchaba atentamente las presentaciones de los más jóvenes, ensalzando en público y corrigiendo en privado: “la metáfora sobre el zapato no era de Dewey, sino de Aristóteles”, me advirtió en un aparte tras una ponencia en enero de 2008.

Con Blumler desaparece una generación de pioneros que, con sólida formación humanística y una voluntad de reforma social, se interesaron por los efectos de los medios en la democracia de posguerra. Su relevo lo toman (¿tomamos?) académicos de mayor sofisticación metodológica, pero sin el acervo de la cultura clásica y carentes de un mínimo interés por mejorar el mundo.

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sábado, enero 30, 2021

¿Has oído esto? Diez podcasts sobre comunicación política para escuchar en 2021


Publicado originalmente en La Revista de ACOP Núm. 56 (Etapa 2, enero de 2021), pp. 58-61.

La radio es el medio de comunicación que te permite estar al día mientras paseas, cocinas o limpias la casa. En la era digital, la oferta de contenidos sonoros es más abundante y rica que nunca gracias a los podcasts, a los que puedes acceder desde distintas plataformas como Spotify o Apple Podcasts. Así que ponte los auriculares y prepárate para disfrutar de las voces, músicas, efectos sonoros y silencios relacionados con la comunicación política.

1.- Comunicación & Política
Por Paco Seoane para ACOP
El coordinador del comité académico de ACOP y profesor universitario Paco Seoane reúne cada mes a periodistas, politógos, historiadores y juristas para abordar la actualidad de la comunicación política, con especial atención a España y América Latina. Por sus micrófonos han desfilado investigadores de Argentina, Venezuela, México, Colombia y Estados Unidos, abordando temas como la crisis del coronavirus, la legitimidad de la Monarquía española, las revoluciones populares en Bielorrusia o el fenómeno VOX. Incluye un avance con los contenidos de La Revista de ACOP.

2.- Four More Years
Por Cadena SER y The Hispanic Council
El ex presidente de ACOP y actual presidente de The Hispanic Council, Daniel Ureña, dirige este recorrido sonoro por las campañas presidenciales de Estados Unidos desde 1952 a 2016, esto es, desde las primeras elecciones televisadas a los comicios que ganó Trump en pleno auge del populismo digital. Con la participación del periodista Gonzalo Altozano y de Rafa Panadero, Jefe de Internacional de la Cadena SER.

3.- Social Media and Politics
Por Michael Bossetta
El politólogo de la Universidad de Copenhague entrevista a académicos y profesionales de la minería de datos para comentar las implicaciones de la tecnología digital para la comunicación política. Entre los entrevistados figuran investigadores de prestigiosas universidades anglosajonas y directores de campañas digitales de candidatos como Donald Trump o Pete Buttigieg.

4.- Talking Politics
Por David Runciman y Helen Thompson
Patrocinado por la revista London Review of Books, este podcast semanal a cargo de los politólogos de la Universidad de Cambridge David Runciman y Helen Thompson ofrece una mirada reflexiva de la actualidad política. De particular interés es su spin-off ‘Talking Politics: History of Ideas’, en el que Runciman repasa los clásicos del pensamiento político, desde Max Weber a Hobbes, pasando por Mary Wollstonecraft o Gandhi. Son auténticas clases magistrales, un suculento manjar sonoro para politólogos.

5.- Campaign HQ
Por David Plouffe
El que fuera director de campaña de Barack Obama conversa con colegas del espectro demócrata para analizar las elecciones presidenciales de 2020 desde el punto de vista demócrata. Uno de sus últimos entrevistados ha sido, cómo no, el mismísimo Obama. Plouffe tiene otro podcast con un asesor político republicano, Steve Schmidt, sobre la pugna entre los dos grandes partidos llamado ‘Battleground’.

6.- Wonks and War Rooms
Por Elizabeth Dubois
Esta profesora de la Universidad de Ottawa propone una fórmula interesante que entronca con la conexión académico-profesional que pretende fomentar ACOP: en cada episodio, Dubois explica un concepto de la teoría de la comunicación política (ej. permanent campaigns, issue ownership, etc.) y lo discute con un profesional del marketing político, ligando los libros de texto con la práctica en el día a día de la consultoría.

7.- Hacks on Tap
Por David Axelrod y Mike Murphy
Es lo más parecido a un beers & politics radiofónico. De hecho, los efectos sonoros de la cerveza vertiéndose sobre el vaso sitúan al consultor demócrata David Axelrod y a su homólogo republicano Mike Murphy en la barra de un bar, comentando las vicisitudes de la campaña presidencial estadounidense de 2020 en compañía de invitados como el ex alcalde de Chicago y efímero Jefe de Gabinete del Presidente Obama, Rham Emanuel.

8.- Politics War Room
Por James Carville y Al Hunt
El legendario Carville, el asesor que llevó a Clinton a la presidencia al grito de “¡es la economía, estúpido!” se une al periodista Al Hunt para comentar semanalmente la actualidad política estadounidense, con profesores, periodistas y políticos como invitados en cada sesión.

9.- Reliable Sources
Por Brian Stelter
El que fuera media correspondent del New York Times en compañía del malogrado David Carr ofrece en este podcast una versión más sosegada del programa semanal que conduce para el canal de televisión CNN. El foco está en la labor de los periodistas en la mediación de la política. Por el programa desfilan investigadores universitarios, directores de medios de comunicación y comentaristas políticos.

10.- Reuters Institute for the Study of Journalism
Por Oxford University
Por fin tenemos un instituto que ofrece estudios sobre el impacto político de los medios con una perspectiva global. Además de su Digital News Report anual, ahora contamos con un podcast en el que se desgranan los estudios auspiciados por este centro de investigación. Su el director, el profesor Rasmus Kleis Nielsen, mantiene charlas con destacados periodistas, como el ex director de The Guardian Alan Rusbridger.

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miércoles, diciembre 16, 2020

Diez conceptos clave de la década 2010-2020


Publicado originalmente en La Revista de ACOP (Núm. 55, Etapa 2, diciembre de 2020, pp. 52-56)

Para definir los diez conceptos clave en la investigación en comunicación política de la última década, he contado con la ayuda de otros miembros del Comité Académico de ACOP. A continuación los resultados de nuestro trabajo:

1.- Exposición incidental a las noticias: 

Las viejas revistas políticas decían aquello de que “informarse bien cuesta, pero compensa” para justificar el precio de sus ejemplares. Pero ahora una parte importante de la población tiene la impresión de que informarse no cuesta nada, que no requiere esfuerzo alguno. Ante la oferta infinita de contenidos, muchos optan por satisfacer sus necesidades más lúdicas, confiando en que, si son lo suficientemente importante para ellos, las noticias les llegarán de alguna forma. Esto es lo que se llama la ‘news finds me perception’, uno de los grandes conceptos de esta década acuñado por Homero Gil de Zúñiga et al. (2017). Pero esta exposición incidental tiene sus riesgos: aquellos que se dejan llevar por la marea de las redes sociales son más propensos a informarse por medios no convencionales (en muchos casos, quizá fake news) y a tener un menor conocimiento político que aquellos que buscan las noticias de forma activa.

2.- Polarización afectiva (Lidia Valera): 

Junto con el clásico fenómeno de la polarización ideológica -la tendencia de partidos y ciudadanos a abrazar posiciones más extremas-, asistimos a la consolidación de la polarización afectiva, a saber, la intensificación de emociones de rechazo hacia aquellos que consideramos integrantes de otras tribus morales o identidades ideológicas (Levendusky, 2017; Westwood et al., 2018; Wagner, 2020). Ello sucede porque las opiniones políticas están en última instancia sostenidas por emociones, de forma que los ciudadanos se integran en diversas comunidades de naturaleza afectiva. Paralelamente, la moralización de la vida política de las democracias y la creciente sentimentalización de la conversación pública -auspiciada por las tecnologías digitales-, han propiciado el auge del absolutismo moral, la discriminación ideológica y la intolerancia política (Viciana et al.2019). En España, por ejemplo, los ciudadanos están mucho más divididos por la ideología y la identidad que por sus posiciones en torno a políticas públicas (Miller, 2020). La democracia deviene, en definitiva, un “régimen afectivo” (Arias Maldonado, 2016), en el que antagonismo y la animadversión entre tribus morales obstaculizan el acuerdo moral y político.

3.- Métodos computacionales (Carlos Arcila): 

En el entorno de las grandes cantidades de datos, los métodos computacionales han contribuido con la actualización de los estudios en comunicación política. En primer lugar, los estudios de opinión pública se han visto beneficiados por la estimación de sentimientos en las redes sociales; en segundo lugar, la implementación de algoritmos (p. e. de recomendación o publicidad dirigida) y de robots productores de contenidos falsos en el marketing político han generado un importante reto para estimar el impacto que tienen los mensajes políticos en los ciudadanos por estas vías. La digitalización de las campañas políticas, así como la migración de muchos grupos de ciudadanos a la discusiones online, han generado la necesidad de ejecutar métodos computacionales para comprender la forma en que se desarrolla la comunicación política en las sociedades actuales. Las técnicas de big data incluyen el uso intensivo de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático en el la recolección, análisis y modelado de datos.

4.- Política Pop (Adriana Amado): 

La política pop sintetiza el fenómeno de los liderazgos mediáticos que caracterizó Giampietro Mazzoleni para Berlusconi en Europa y que tuvo exponentes en la América del siglo XXI como Hugo Chávez, Cristina Kirchner o Donald Trump. Se trata de una narrativa política, que atraviesa distintas ideologías partidarias, de izquierda a derecha, más allá del populismo político. Se trata del uso intensivo de la mediática política, en la que el líder se vuelve una marca más del espacio público. Sus consignas se apoyan en lugares comunes que ayudan a reforzar el antagonismo al definir como antipopular a cualquier postura contraria, como la antigua propaganda nacionalista. El poder del pueblo, que los pone por encima de cualquier institución, se exalta a través de la unanimidad exhibida en manifestaciones, festivales, campañas en redes que compiten en atención mediática a cualquier celebridad, a la que emulan al punto de convertir al líder en icono pop.

5.- Populismo (Miguel Ángel Simón): 

Lo primero que hay que señalar al abordar UNA definición de populismo es que no existe. No hay acuerdo académico sobre cómo definir este fenómeno camaleónico que, contrariamente a lo que se suele pensar, lleva ya más de un siglo entre nosotros. Algunos autores lo identifican con una determinada estrategia (Kurt Weyland et al), otros con un estilo socio-cultural concreto al hacer política (Pierre Ostiguy et al) y un tercer grupo los considera una particular ideología (Cas Mudde et al). Sin embargo, en los últimos años se ha ido abriendo paso una definición mayoritariamente aceptada, aunque no de un modo unánime, enunciada por el politólogo Cas Mudde y que, desde un enfoque “ideacional” entiende el populismo como “una ideología delgada, que considera la sociedad dividida básicamente en dos campos homogéneos y antagónicos, el pueblo puro frente a la elite corrupta, y que sostiene que la política debe ser la expresión de la voluntad general (volonté générale) del pueblo”. (Vid Mudde y Rovira, 2019 [2017]).


6.- Posverdad (Toni Aira): 

"Palabra del Año en 2016" según el diccionario de Oxford, hace tiempo que este concepto se ha convertido en un término habitual en la actividad política, en el lenguaje de los medios de comunicación y en el debate en las redes sociales. En esencia se refiere a una pseudo-realidad manipulada, distorsión premeditada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales. En una política donde el factor emocional gana peso frente al emocional, donde más sistemáticamente que nunca se apela a la razón a través de la emoción, la relativización adjunta que esto acarrea respecto de los datos y de la opinión de los expertos abre la puerta a este tipo de discurso donde, para definir la opinión pública, los hechos objetivos influyen menos que los argumentos que apelan a las emociones o las creencias.

7.- Discursos del odio: 

¿Se puede prohibir un sentimiento como el odio? Seguramente no, pero desde el trauma que supuso el Holocausto se cree que el odio, cuando se manifiesta públicamente hacia una minoría, es la antesala del genocidio. Mientras que la tradición norteamericana limita la libre expresión solamente en aquellos casos en los que se profiere una amenaza clara e inminente, la tradición europea quiere impedir discursos que, aunque no anuncien explícitamente violencia, contribuyan a crear un caldo de cultivo de odio contra un determinado grupo social. El problema es que la línea que separa la prevención de discursos de oprobio y la censura es muy fina. Es más, en algunos contextos, como advierte Cherian George (2016), los colectivos extremistas pueden exagerar su ofensa hacia ciertas expresiones críticas con sus creencias para endurecer las leyes contra el discurso del odio, hasta el punto de cercenar cualquier tipo de crítica a su extremismo.

8.- Mediatización: 

Dícese de la adaptación de los actores políticos a las formas de trabajar de los medios de comunicación, que se convertirían en las instituciones centrales en el proceso de comunicación política. La política se mediatiza cuando se somete a la lógica de los medios. Es un proceso tan antiguo como la popularización de los medios de masas: planificar los canutazos o sound-bites para las televisiones o diseñar la escenografía de los mítines pensando en los tiros de cámara serían ejemplos de mediatización.

9.- Platform politics

Es la mediatización de la era digital. Las redes sociales reemplazan a los viejos medios de masas como los principales canales de relación entre políticos y ciudadanos. Pero esta plaza pública digital es, si cabe, todavía menos plural que la analógica: unas pocas y corporaciones concentran de manera oligopolística la actividad política online, obligando a los actores políticos a asumir sus lógicas y sus normas. De ahí que dichas plataformas se vean obligadas a cierta forma de accountability (ej. la biblioteca de anuncios políticos de Facebook) o regulación del discurso (ej. los disclaimers de Twitter en los que se advierte que las afirmaciones de un presidente podrían no corresponderse con la verdad).

10.- Propaganda computacional (Paloma Piqueiras):  

De las investigaciones académicas que estudian la relación entre las ideas políticas y su circulación a través de las redes sociales, se ha desprendido un nuevo concepto: “propaganda computacional”. El término hace referencia al uso de algoritmos y automatización para distribuir deliberadamente información engañosa a través de internet (Woolley y Howard, 2016). De este modo, cuando nos referimos a la “propaganda computacional” estamos englobando en una única expresión todos los esfuerzos de manipulación y desinformación digital. La propaganda computacional es posible gracias a los bots, un software que recopila información sobre los usuarios de las redes y que, a continuación, haciéndose pasar por un usuario humano, emite mensajes, interactúa con contenido ajeno y aplica algoritmos de tendencias. Su alcance es de tal magnitud que un grupo reducido de personas pueden crear un ejército de bots con la intención de usarlos como herramienta de manipulación política a gran escala.



Referencias:

Arias Maldonado, Manuel (2016). La democracia sentimental: Política y emociones en el siglo XXI. Barcelona: Página Indómita.

George, Cherian (2016). Hate spin: The manufacture of religious offence and its threat to democracy. Cambridge (Massachusetts): The MIT Press.

Gil de Zúñiga, Homero; Weeks,  Brian y Ardèvol-Abreu, Alberto. (2017). “Effects of the News-Finds-Me Perception in Communication: Social Media Use Implications for News Seeking and Learning About Politics”, Journal of Computer-Mediated Communication, vol. 22(3), https://doi.org/10.1111/jcc4.12185

Levendusky, Matthew S. (2017). “Americans, Not Partisans: Can Priming American National Identity Reduce Affective Polarization?”, The Journal of Politics, vol. 80(1), https://doi.org/10.1086/693987

Miller, Luis (2020). “Polarización en España: más divididos por ideología e identidad que por políticas públicas”. Esade. http://itemsweb.esade.edu/research/EsadeEcPol-insight-polarizacion.pdf

Mudde, Cas y Rovira, Cristóbal (2019) [2017]. Populismo. Una breve introducción [Populism. A Very Short Introduction]. Madrid: Alianza Editorial

Viciana, Hugo; Gaitán, Antonio, Hanninken, Ivar (2019). “Polarización afectiva: entre el tribalismo y el absolutismo moral”, Agenda Pública (El País).
http://agendapublica.elpais.com/polarizacion-afectiva-entre-el-tribalismo-y-el-absolutismo-moral/

Wagner, Markus (2020). “Affective polarization in multiparty systems”, Electoral Studies, published online August 14th 2020.
https://doi.org/10.1016/j.electstud.2020.102199

Westwood, Sean J.; Iyengar, Shanto; Walgrave, Stefaan; Leonisio, Rafael; Miller, Luis; Striijbis, Oliver (2018). “The tie that divides: cross-national evidence of the primacy of partyism”, European Journal of Political Research, vol. 57, pp. 333-354.
https://doi.org/10.1111/1475-6765.12228

Woolley, S. C., y Howard, Philip (2017). Computational propaganda worldwide: Executive summary (pp. 1–15). The Computational Propaganda Project.

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martes, febrero 18, 2020

Gennadiy Chernov: el que se apropia del tema, gana


El académico Gennadiy Chernov, profesor en la Escuela de Periodismo de la University of Regina en Canadá, ofreció una original conexión entre la teoría del establecimiento de la agenda (agenda-setting) y el populismo durante su charla invitada en la Universidad Carlos III el martes 18 de febrero de 2020: los populistas ganan porque son capaces de adueñarse de temas clave en la agenda pública electoral.

Curiosamente, a pesar de que los medios de comunicación convencionales ofrecen una imagen negativa de los partidos y líderes populistas, éstos no paran de ganar votantes en las democracias occidentales. ¿Por qué? En parte, porque el que se apropia del tema clave en las elecciones, gana. Es decir, hablar en los medios de temas adueñados por los populistas (como la inmigración) tiene el efecto de reforzar el apoyo popular hacia los populistas, aunque la cobertura mediática sea crítica con las posiciones de los demagogos.

Así, la teoría de la configuración de la agenda predice que aquellos que sean capaces de adueñarse del tema clave de las elecciones, las ganarán. A efectos prácticos, el estratega electoral debe procurar 1) adueñarse del tema, 2) hacer que ese tema se convierta en un asunto de debate público (que sea parte de la agenda) y, en el caso de que el tema clave esté en manos de un partido rival, 3) redefinir el tema para apropiárselo. No es casualidad, pues, que los partidos de derecha intenten que las elecciones giren en torno a la economía (se han adueñado de la idea de eficiencia gestora) y los de izquierda apuesten por hacer más prominentes los nuevos derechos sociales y el laicismo.

Un claro ejemplo son las últimas elecciones en el Reino Unido. El tema insoslayable era el Brexit. El Partido Conservador se presentó con el lema ‘Let’s get Brexit done’, mientras que los laboristas trataron de ocultar su ambigua posición sobre el tema clave desviando la atención hacia el estado de la salud pública y la justicia económica. El tema clave, el Brexit, era propiedad de los conservadores, lo que explicaría su victoria electoral.

El creciente apoyo de los votantes occidentales hacia el populismo se explicaría en parte porque los populistas son los dueños de los temas que más preocupan a los alienados y a los perdedores de la globalización. A medida que la clase media se va desvaneciendo y la riqueza se concentra en menos manos, el atractivo del populismo se extendería a votantes que antes se decantaban por posiciones más moderadas.

En el fondo se trataría de una falta de canales para la expresión del descontento: los partidos tradicionales ya no ‘sirven’ a los descontentos para buscar soluciones a sus problemas (por lo que se dirigen a los partidos populistas) y los medios convencionales, temerosos de dar cancha a visiones extremistas, empujarían todavía más hacia los márgenes de la discusión pública a los alienados, que se radicalizarían todavía más en las redes sociales.

Así pues, si los partidos antaño mayoritarios dejan la iniciativa a los populistas a la hora de proponer políticas públicas sobre inmigración, cualquier discusión pública sobre el tema reforzará a los populistas. Si los medios convencionales dejan de discutir las preocupaciones de los alienados por considerarlas exageradas o alejadas de la realidad, los descontentos se radicalizarán todavía más en las esferas de debate alternativas.

Periodista de origen ruso, Gennadiy Chernov se convirtió en académico trabajado con los padres de la teoría del agenda-setting, Donald Shaw y Maxwell McCombs, en Estados Unidos y Canadá. Ha visitado España como parte de su trabajo de campo sobre el populismo europeo.

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miércoles, enero 29, 2020

Call for papers ACOP León: Parlamentos y comunicación (15-16 de mayo de 2020)


La Asociación de Comunicación Política (ACOP) celebrará su sexto encuentro internacional los días 15 y 16 de mayo de 2020 en León (España). Partiendo de la condición de León como cuna del parlamentarismo, el comité de investigadores de ACOP invita a los académicos de la comunicación política a que presenten propuestas para un panel temático sobre “Parlamentos y Comunicación”. Una selección de los mejores trabajos presentados durante el congreso de León se considerará para su publicación como parte de un número especial en el International Journal of Media & Cultural Politics (Intellect Books) después de la revisión por pares. La fecha límite para la presentación de resúmenes es el 15 de marzo de 2020. La aceptación se comunicará a los asistentes antes del 31 de marzo de 2020.

Algunos de los temas sobre los que podrían versar las comunicaciones son:

• Publicidad versus secreto en las deliberaciones parlamentarias.
• Parlamentos y parlamentarios en las redes sociales.
• Canales de televisión parlamentaria
• Miembros del Parlamento y su relación con los ciudadanos.
• La arquitectura de los parlamentos como estructura facilitadora de comunicación y debate.
• Marca personal de los miembros del Congreso.
• Periodistas y su cobertura de las actividades parlamentarias.
• Comunicación entre parlamentos y otras ramas del poder (ejecutivos, judicatura)
• Parlamentos y participación ciudadana.
• Parlamentos y educación cívica.
• Estudios comparativos de comunicación parlamentaria.

Los títulos y resúmenes de los trabajos propuestos pueden enviarse en inglés o español antes del 15 de marzo de 2020 a y deben incluir título, autor/es, afiliación/es institucional/es y un resumen de 300 palabras. Se ruega que en el asunto del correo electrónico se indique “Propuesta para ACOP León”. Los abstracts se evaluarán prestando atención a su orientación teórica (objetivos, preguntas de investigación o hipótesis), su base empírica (métodos) y su relevancia académica o social. Los trabajos completos basados en los resúmenes aceptados tendrían como fecha límite el 25 de septiembre de 2020.

Sobre ACOP y su VI Encuentro Internacional

La Asociación de Comunicación Política (ACOP) es una organización de académicos y profesionales de la comunicación política (consultores de marketing político, periodistas, líderes cívicos) fundada en 2008 y con 500 miembros de todo el mundo.

El encuentro internacional de ACOP se celebra cada dos años y reúne a académicos y consultores políticos de una amplia variedad de países y contextos culturales, que comparten sus últimos resultados de investigación y comentan las experiencias de sus campañas más recientes. Entre los conferenciantes invitados a anteriores ediciones cabe mencionar a George Lakoff, Evgeny Morozov, Christian Salmon, Jaime Durán Barba, Philip Howard, Joel Benenson, Michael delli Carpini y Jen O’Malley.

Más información en la web del congreso, https://congreso.compolitica.com/call-for-papers/

sábado, octubre 05, 2019

Berta Barbet: información y opinión pública en tiempos de crisis política


En la formación de la opinión pública hay constantes que se mantienen desde hace décadas, mientras otros elementos, como la creciente desafección ciudadana o el espacio que para el extremismo ofrecen las redes sociales, han irrumpido en el paisaje político en tiempos recientes. La politóloga Berta Barbet, investigadora postdoctoral en la Autónoma de Barcelona, ofreció estas claves en la lección inaugural de la jornada ‘La nueva opinión pública’, auspiciada por la Fundación Giménez Abad en colaboración con la Asociación de Comunicación Política y celebrada en Zaragoza el 3 de octubre de 2019.

A decir de Barbet, la opinión pública se compone de tres elementos. En primer lugar, los objetos políticos sobre los que esperamos que los ciudadanos tengan opiniones (los candidatos, las instituciones, la situación del país, las políticas públicas…). En segundo lugar, los principios y valores de los ciudadanos, que suelen ser constantes. Y, por último, la información que conecta los objetos políticos y los valores ciudadanos.

La ciencia política ofrece dos modelos para explicar la formación de los juicios del votante: el ‘running-tally’ o ‘hot cognition’, mediante el cual el ciudadano tiene una opinión formada a la que adapta cualquier nuevo estímulo, o el modelo RAS (Receive-Accept-Sample) de John Zaller, en el que la opinión del ciudadano no está formada y cambia con el ambiente comunicativo.

El estudio de la opinión pública tiene al menos 70 años de historia. En perspectiva, Barbet considera que hay elementos que permanecen desde esos orígenes, mientras que otras cuestiones son nuevas, propias de nuestra época.

Entre las cosas que no han cambiado, Barbet señaló:
  • Los ciudadanos están desinformados sobre la política.
  • Los ciudadanos buscan heurísticos, atajos para saber a qué candidato apoyar.
  • Las emociones son muy importantes para formar la opinión, lo que explica en gran medida el éxito de las noticias falsas.
  • Los menos proclives a cambiar de opinión son los ciudadanos políticamente más sofisticados.

Entre las cosas que sí han cambiado:
  • Hay más desafección política en España: la desconfianza en los políticos ha subido.
  • Las herramientas que los ciudadanos utilizaban para navegar el mundo político han cambiado: ya nadie se fía de los partidos, de los sindicatos…
  • Con las redes sociales, los extremistas tienen una facilidad enorme para conectarse entre sí.
  • La comunicación política en los medios ha cambiado: se da un mayor énfasis al espectáculo, parece que el que grita más tiene más razón.

Ante tal panorama, pareciera que estamos inevitablemente abocados a un mundo trumpista. Como antídoto, Barbet sugirió algunas medidas:
  • La comunicación debe orientarse al entendimiento.
  • Hay que atajar la sensación social de que el sistema ha abandonado a la gente.
  • El diálogo no va de tener razón, sino de intentar entenderse.
  • Debemos procurar que el conflicto político sea comprensible para el ciudadano.

Para que las medidas arriba señaladas surtan efecto, Barbet apunta que los medios de comunicación deberían entenderse como un servicio público y no como un negocio.

A la lección magistral de Barbet siguieron dos mesas redondas que tuve el honor de moderar. La primera con académicos (Carlos Arcila, Toni Aira y Paloma Piqueiras), la segunda con consultores (Verónica Fumanal, Nacho Corredor y Xavier Peytibi). La coordinación de la jornada corrió a cargo de Rafael Rubio, profesor titular y director del grupo de investigación sobre participación y nuevas tecnologías de la Universidad Complutense de Madrid.

El vídeo completo de la jornada puede verse en la Mediateca online de las Cortes de Aragón.

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lunes, julio 15, 2019

Kurt Lang (1924-2019): el último representante de la Escuela de Chicago



Kurt Lang en una imagen del documental The Long Road to Decatur, de Glenda Balas (2007)


[Publicado en La Revista de ACOP, Nº 40, Etapa 2, julio de 2019]


El pasado 1 de mayo de 2019 fallecía en Cambridge (Massachusetts) el sociólogo Kurt Lang, que junto a su esposa Gladys Engel, fallecida en 2016, era el último representante de la Escuela de Sociología de Chicago. En la misma universidad donde Robert E. Park empezó sus estudios sobre el papel de la prensa en la integración de los inmigrantes, Lang llegó en los 50 como veterano de guerra y en seis años completó todos sus estudios universitarios hasta el doctorado. Allí conoció a la que sería su esposa y pareja profesional, con la que firmaría la mayoría de sus trabajos.

Kurt Lang huyó junto a su familia de la Alemania nazi y recaló en Nueva York con 12 años. Cuando en 1943 el ejército americano quiso reclutarlo para la Segunda Guerra Mundial, todavía no era ciudadano estadounidense, así que lo naturalizaron al instante y lo enviaron al frente europeo, a su propia Alemania natal. Pronto descubrieron los oficiales que alguien cuya lengua materna era el alemán les sería más útil como agente especial en las Counter Intelligence Corps. Haciéndose pasar por un alemán más, el Ejército americano contó con Lang para el proceso de desnazificación tras la guerra: indentificó a líderes locales, elaboró un catálogo con los rumores que circulaban entre la población y recabó la opinión de los alemanes sobre las tropas americanas. Fue entonces cuando descubrió su verdadera vocación y regresó a Estados Unidos para estudiar sociología.

Aún siendo todavía alumnos de posgrado, Kurt y Gladys consiguieron convencer a unos cuantos voluntarios para llevar a cabo el trabajo de campo del estudio que les haría famosos: la recepción al general McArthur en Chicago. A fin de comprender mejor los efectos de la televisión en la opinión pública, los Lang comandaron a un grupo de investigadores que siguió la llegada del general por televisión y a pie de calle, entre la multitud en varios puntos a lo largo de todo el recorrido. La televisión creó su propia realidad, dando la impresión de que el desfile era triunfal, cuando sobre el terreno el ambiente era más bien desangelado. Frente al televisor los espectadores recibían pasivamente el mensaje interesado, mientras que en las aceras el público vertía críticas y cuestionaba toda la parafernalia.

Fue quizá esta primera experiencia con lo que hoy en día resumiríamos con el lema “televisión, manipulación” lo que convirtió a los Lang en los primeros escépticos del paradigma de los efectos limitados, acuñado por otro refugiado de la Alemania nazi afincado en EE.UU., el vienés Paul F. Lazarsfeld. El triunfo de su idea de que los medios no son en realidad tan poderosos acabaría por desincentivar el estudio sociológico de la influencia masiva de los medios en la opinión pública, lamentaban los Lang.

El matrimonio de Chicago se mantendría activo durante décadas, ofreciendo a los estudiosos de la comunicación política dos valiosos volúmenes: uno sobre política y televisión, incluyendo un estudio empírico sobre los famosos debates presidenciales entre Nixon y Kennedy (Television and Politics, 1968) y otro sobre la opinión pública sobre el escándalo Watergate (The Battle for Public Opinion, 1983), que explica cómo en cuestión de meses los estadounidenses pasaron de reelegir a Nixon a repudiarlo.

Los Lang recibieron un merecidísimo homenaje de sus colegas investigadores en Seattle en 2014, durante la celebración del congreso anual de la International Communication Association. Allí, un Kurt Lang eufórico animó a las nuevas generaciones a seguir su ejemplo: investigaciones multi-método muy imaginativas, ya que, como recordó, “nosotros no teníamos dinero, así que no nos quedaba más remedio que pensar”.

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jueves, julio 04, 2019

Por una política feminista


La nueva etapa de Verónica Fumanal al frente de la Asociación de Comunicación Política (ACOP) arrancó con una mesa redonda sobre el carácter femenino del nuevo ciclo político. Adriana Lastra (PSOE), Edurne Uriarte (PP), Melisa Rodríguez (Ciudadanos) y Noelia Vera (Unidas Podemos) coincidieron en denunciar la desigualdad y la discriminación por razones de género, pero la unidad feminista se quebró mediado el debate por el recuerdo del 8-M, avivando el eterno debate sobre la adscripción ideológica del feminismo: ¿se puede ser feminista y de derechas?

Con un 47% de parlamentarias y un Consejo de Ministros paritario, España se sitúa a la vanguardia de la igualdad entre sexos, hasta el punto de que, como señaló la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, en su presentación de la mesa redonda en Madrid el miércoles 3 de julio de 2019, la política es uno de los ámbitos sociales más igualitarios. Un avance que, a decir de Batet, solo se consiguió tras el cambio normativo de 2007 que obliga a los partidos a elaborar listas paritarias.

El poder, sin embargo, sigue siendo masculino, según Edurne Uriarte. Prueba de ello es que “la mayoría de los líderes políticos son hombres”, como se veía de manera elocuente en la foto del G-20 reunido en Osaka esa misma semana. Para Adriana Lastra lo importante no es un liderazgo femenino, sino feminista, a fin de que “no cambie la mujer, sino la política”. “Ser feminista no es ser mujer, sino querer la igualdad”, apostilló Noelia Vera, para quien un liderazgo feminista también lo puede ejercer un hombre. Melisa Rodríguez, por su parte, apostó por combatir las desigualdades en lugar de asumirlas.

El lenguaje sigue siendo uno de los mecanismos de reproducción de esa desigualdad. Ser ambicioso en un hombre es algo positivo, mientras que en una mujer tiene connotaciones negativas. Para Edurne Uriarte, la idea de que el liderazgo femenino implica más diálogo y poca agresividad juega en contra las mujeres con iniciativa: “si una mujer quiere liderar, desea ganar. Y eso implica confrontación, cierta agresividad. Pero cuando las mujeres deseamos ganar y somos agresivas, generamos rechazo”.

La tradicional adscripción de la mujer al ámbito doméstico, reservándose para el hombre el ágora pública, sigue pesando sobre las mujeres en política, porque se les recuerda constantemente que ése no es su lugar, afirma Adriana Lastra. Una manera de empujar a las mujeres a esa esfera privada es la invisibilidad. Noelia Vera señaló cómo tras las comparecencias semanales en rueda de prensa junto a su compañero de partido Pablo Echenique, sus declaraciones quedaban enmascaradas tras las siglas de la formación (“Podemos dice que…”), mientras que las afirmaciones de su colega eran precisamente atribuidas a su persona (“Echenique afirma que…”). Melissa Rodríguez recordó reuniones en las que sus interlocutores masculinos no se dirigían a ella, sino al técnico que se sentaba a su lado.

El consenso que presidió la mesa redonda se rompió cuando Melisa Rodríguez y Edurne Uriarte demandaron una mayor unidad entre las mujeres. Rodríguez denunció los insultos que recibió por querer participar en la manifestación del 8-M, en referencia a la exclusión de las formaciones de derecha en la histórica manifestación de 2018. Uriarte lamentó que no se entienda que en el feminismo hay diferentes opiniones: “hay un feminismo en la derecha”, afirmó, “el reto es dialogar y encontrar puntos de encuentro entre mujeres de distintas ideologías dentro del feminismo”.

Para Noelia Vera el reto pendiente es el que señala como la principal lección del feminismo: que las mujeres siguen sufriendo discriminación “no por mala suerte o por falta de capacidad, sino por el hecho de ser mujeres”.

Diferencias al margen, la presidenta de ACOP cerró el debate animando a las diputadas a que sigan siendo ambiciosas: “os queremos con palabra, porque la palabra es poder”.

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sábado, diciembre 15, 2018

Gil Calvo: es la era del ‘malismo’

Máriam Martínez Bascuñán y Enrique Gil Calvo, durante la presentación del libro en la librería Pasajes, en Madrid

Tomando como inspiración una viñeta de El Roto, el sociólogo Enrique Gil Calvo advierte que estamos en la era del ‘malismo’: “haciéndote el malo, como Trump, acaparas la atención”. Atrás quedó el ‘buenismo’ de Obama o Zapatero. Cuando se trata de ganar visibilidad, “los malistas se imponen porque su mensaje es más impresionante, mete más miedo”, admite. El precio a pagar es caro: se cruzan líneas rojas, se rompen los consensos… pero la escalada disruptiva ha de tener un límite, bien en la violencia (la disrupción máxima) o en la redundancia, en el aburrimiento que produce la repetición del mismo mensaje.

Hasta que este ciclo de sacudida nacional-populista pase, Gil Calvo recomienda acostumbrarse a vivir en ríos revueltos. El sociólogo ofrecía el 14 de diciembre de 2018 estas reflexiones en la librería Pasajes de Madrid, donde tuvo lugar la presentación de su “ensayo disfrazado de manual” Comunicación política: caja de herramientas (Catarata, 2018), una síntesis de la disciplina a partir de su experiencia como profesor de esta materia durante cinco años en el máster en Liderazgo Democrático de la Universidad Complutense de Madrid.

Para Gil Calvo, la comunicación política trata sobre cómo los actores políticos (líderes, movimientos sociales, partidos) se relacionan con la ciudadanía a través de los medios de comunicación (sean éstos los tradicionales o las nuevas redes sociales). El sociólogo le sigue atribuyendo a los medios un poder central, ya éstos “formatean” el mensaje y “establecen la agenda de problemas públicos esenciales que tiene planteada una comunidad democrática”.

La lucha básica en la comunicación política sería la pelea de los diferentes actores políticos por colocar su problema en los lugares más altos de esa agenda pública que configuran los medios: “el esfuerzo de los actores políticos está centrado en tratar de marcar la agenda, intentar que su problema se encarame a lo más alto de la lista de asuntos públicos”. ¿Cómo se logra eso?, se pregunta retóricamente Gil Calvo, a lo que él mismo responde: “adquiriendo notoriedad, visibilidad mediática”.

Según el sociólogo, Trump ganó las elecciones presidenciales de Estados Unidos no tanto por el contendido de sus propuestas políticas, sino porque monopolizó la atención mediática: cuanto más escandalosas su intervenciones, mayor notoriedad y mayor presencia en la conciencia del público.

La politóloga Máriam Martínez-Bascuñán, moderadora del debate que siguió a la presentación del libro, planteó el dilema de cómo deben actuar los medios frente a fuerzas disruptivas como Vox o los chalecos amarillos franceses. Gil Calvo cree que los malos no son los periodistas, sino los políticos extremistas, ya que son éstos quienes rompen los consensos cuando deberían estar comprometidos con la comunidad política que quieren defender. El sociólogo no ve el futuro inmediato de Francia con buenos ojos: “los chalecos amarillos han castrado a Macron mediante una movilización en enjambre similar a la de nuestro 15-M. Le Pen heredará el poder francés como fruta madura”.

Preguntado por las lecciones que el fenómeno Podemos habría legado a la comunicación política, Gil Calvo considera que la formación liderada por Pablo Iglesias empleó un “mix de métodos” para aprovechar la ventana de oportunidad de la Gran Recesión: “todo estaba listo para una fuerza que quisiera cargarse el sistema tras la crisis”, y así ocurrió en otros países como Grecia (Syriza). Los estrategas de Podemos tuvieron la intuición de que el régimen del 78 estaba ya haciendo aguas y transformaron el “movimiento acéfalo” del 15-M (mientras estaba vivo en la Puerta del Sol, no quería líderes) en un “movimiento caudillista”, en el que Pablo Iglesias se ha ido quedando solo. Un líder que ahora reniega de Venezuela y se ha comprado un chalet en la sierra madrileña. “Ha descolocado totalmente a sus seguidores: es como si Trump se vuelve feminista”, sentenció Gil Calvo en tono jocoso.

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martes, diciembre 04, 2018

El padre de todo esto

Crédito de la ilustración: Sciences Humaines, 2015

Buena parte del pedigrí científico de la comunicación política se lo debemos a un refugiado. Como él mismo bromeaba cuando al otro lado del teléfono alguien identificaba su fuerte acento germánico, “sí, no vine aquí a bordo del Mayflower”. Paul Felix Lazarsfeld llegó a Estados Unidos en 1933 con una beca Rockefeller y ya no regresaría, al menos de forma permanente, a su Austria natal. A Estados Unidos se llevó su saber matemático, que aplicaría a la sociología y al estudio de los medios de comunicación en particular. Su teoría de los efectos limitados, apoyada en el hallazgo del ‘two step flow’, mediante el cual los líderes comunitarios ejercían el papel de grandes vendedores al por menor de los argumentos propagados por la prensa o la radio, tuvo tal influencia que llegó a tenerse por el paradigma dominante. Ello a pesar de la oposición que encontró en sociólogos como los Lang de Chicago, que siempre acusarían a Lazarsfeld de minimizar el impacto social de los medios.

A unos metros de la icónica Iglesia Votiva se encuentra el Departamento de Sociología de la Universidad de Viena, donde tiene asiento el archivo Lazarsfeld, cuyos documentos descansan en la compañía de los de Paul Neurath, discípulo suyo que jugaría un papel fundamental a la hora de abrir el archivo en 1983. A decir verdad la mayoría de los papeles que en él se encuentran son fotocopias de los originales depositados en la Universidad de Columbia en Nueva York a la muerte de Lazarsfeld. Pero Neurath fue lo suficientemente inteligente e insistente para, mediante el apoyo del Ministerio de Educación austríaco y la Universidad de Viena, adquirir la biblioteca de trabajo del genio vienés de su viuda (y tercera esposa), Patricia Kendall.



Durante el mes de noviembre tuve la oportunidad de visitar el archivo. Sorprende desde el primer momento la actualidad de sus investigaciones. Sus pioneros estudios sobre la radio se preguntan qué es lo que hace que un programa de radio sea exitoso, y si la radio es una salvaguarda de la democracia o una plataforma para el fascismo. Preocupaban mucho los programas educativos, que competían con su ‘showmanship’ con el magisterio de los profesores en el aula. No es difícil imaginar a las estrellas de la radio como los modernos youtubers. Las preocupaciones sobre las implicaciones socio-políticas de la radio podrían trasladarse a internet y no perderían vigencia.

Doctor en matemáticas, Lazarsfeld se murió sin que los estudiantes de sociología tuvieran toda la formación cuantitativa que él demandaba para formalizar las ciencias sociales. Pero, aún así, el instituto de investigación que logró establecer en Columbia, el Bureau of Applied Social Research, fue pionero en la puesta en práctica de técnicas de investigación que aún hoy en día no dominamos plenamente los investigadores de la comunicación política:
  • La técnica del panel: encuestas a la misma muestra para observar la evolución de su opinión.
  • El ‘program analyzer’: un curioso artilugio compuesto por dos botones (‘me gusta’, ‘me desagrada’) que los oyentes de radio podían presionar mientras escuchaban un programa. Hoy en día se utiliza ampliamente, en su versión digital, para estudiar los debates electorales. 
  • El análisis de contenido.
  • La entrevista focal, en su versión individual y grupal (el focus group), para indagar en las gratificaciones de los oyentes de radio.

Como es sabido, Lazarsfeld fue el pionero de la investigación de las redes sociales. Su famosa trilogía sobre la influencia personal e impersonal (mediática) en la decisión de voto (The people’s choice, Voting y Personal influence) culminó con el intento de rastrear las redes de influencia hasta encontrar al líder de opinión local, algo que no siempre se conseguía y que alimentaría las críticas a sus trabajos, que en cualquier caso gozaban de una sofisticación metodológica difícil de replicar incluso hoy en día.




El archivo de Lazarsfeld contiene cartas y notas remitidas a sus colaboradores, a los órganos de gobierno de su universidad o a las fundaciones que financiaban sus proyectos. Es muy probable que este tipo de documentación no la conservemos en el futuro, dada la evanescencia de toda la información digital. Resulta divertido calcular a cuánto equivaldrían a día de hoy los salarios que él mismo se ponía como director, así como los honorarios de sus colaboradores. Y resulta también sorprendente que la mayoría del trabajo duro lo llevaran a cabo mujeres, bien como entrevistadoras o como procesadoras de los datos alojados en tarjetas perforadas.

Lazarsfeld es a los estudios de comunicación lo que Darwin a la biología o Einstein a la física. Fue el padre de todo esto que llamamos comunicación política. Y fue, conviene recordarlo en estos tiempos, un refugiado con acento extranjero.

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lunes, marzo 19, 2018

Doris Graber (1923-2018): Adiós a una pionera


Publicado en La Revista de ACOP, Núm. 25, Marzo de 2018

A Doris A. Graber se la conoce en EE.UU. como la decana de los estudios de comunicación política. Afortunadamente, el reconocimiento la acompañó en vida. Su libro Media power in politics es una de las antologías sobre el campo más consultadas y traducidas (ha conocido sucesivas ediciones y actualizaciones a lo largo de los años) y uno de los premios de la American Political Science Association (APSA) al mejor ensayo sobre medios y política lleva su nombre desde hace años.

La presencia de Doris A. Graber en el claustro de profesores de la University of Illinois at Chicago fue una de las principales razones por las que incluí a dicha universidad y su departamento de comunicación en mi lista de solicitudes para cursar un máster de investigación cuando recibí una beca de la Fundación Barrié en 2003. Por razones de incompatibilidad de horarios no pude matricularme en su curso sobre comunicación política, pero tuve la enorme suerte de contar con ella para la composición del tribunal de evaluación de mi tesis de maestría, que versaba sobre el papel de Internet en la captación de activistas políticos.

Por aquel entonces (hablo del año 2005) estaba reciente la épica de la campaña insurgente del candidato demócrata Howard Dean, que supo capitalizar su oposición a la guerra de Irak y su izquierdismo sin complejos para disputarle las primaras al eventual ganador, John Kerry. Pero su histórica campaña de micro-donaciones y generación de círculos de activistas a través del sitio web meetup.com fueron el germen de la PAC Democracy for America y el campo de pruebas de otra campaña histórica, ésta apoyada ya en las redes sociales como Facebook o Twitter, la de Barack Obama.

Para destacar la relevancia de Doris Graber en nuestro campo, utilizaré la misma analogía a la que recurría para hacerle ver a mis colegas legos en comunicación política que me había tocado una especie de lotería académica: para un estudioso del papel de los medios en la democracia, tener a Doris Graber en tu comité de tesis es como para un actor contar con Lauren Bacall en su tribunal de evaluación en el Actors Studio. Cierto es que la profesora Graber se me parecía más a otro personaje televisivo, la Angela Channing interpretada por Jane Wyman. La comparación se limitaba al aspecto físico, porque la Dra. Graber carecía de cualquier atisbo de perfidia. Era más bien perspicaz y, como otro gran maestro que nos dejó hace poco, Kevin G. Barnhurst, con el que compartía universidad, daba cancha a sus discípulos, publicando de manera conjunta con ellos para auparles en sus carreras.

Quizá mis recuerdos sean muy anecdóticos, pero ahí van: frente a mi escepticismo hacia una figura como Dean, al que veía como demasiado izquierdista para un país tan conservador, hasta el punto de considerarlo como inelegible, Graber apuntó que era un candidato interesante (“he was an intriguing candidate”). Frente a la ignorancia de mi juventud, Graber supo advertirme que había otros lugares de reclutamiento de activistas diferentes a Internet: los campus universitarios y las iglesias, entre otros. Acudí a la defensa de mi tesis de maestría con uno de los libros de Graber, Processing politics: Learning from television in the Internet age, para que me lo dedicara. Cabe apuntar que este libro fue pionero en su momento al recurrir a los recientes avances en neurología para demostrar que el procesamiento de información política es más fácil y asequible a través de los medios audiovisuales. Contentísimo con su dedicatoria, se me escapó un efusivo “¡muchas gracias, lo guardaré y se lo enseñaré a mis nietos!” Graber rió el comentario: “You are thinking far ahead!”

Recuerdo también que en las Navidades siguientes le envié una caja de bombones gallegos (unas deliciosas Pedras de Santiago que combinan almendra y chocolate) y me respondió amablemente con una tarjeta manuscrita que todavía conservo (aunque no sé muy bien dónde).

En fin, sirva esta pequeña y apresurada semblanza como un recuerdo cariñoso a una gran mujer y gran académica que contribuyó de manera decisiva a la consolidación y el prestigio científico de nuestro campo.

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miércoles, marzo 14, 2018

Pippa Norris en Madrid


La profesora Pippa Norris. Crédito de la foto: Martha Stewart, Boston Globe

Una de las grandes figuras de la investigación en comunicación política y, por extensión, de las ciencias sociales contemporáneas, visitará Madrid el martes, 20 de marzo de 2018. Se trata de la profesora Pippa Norris, de la Universidad de Harvard, que impartirá la lección inaugural de un encuentro sobre comunicación política populista. Su charla lleva por título, precisamente, el de su próximo libro, en co-autoría con su sempiterno colaborador Ronald Inglehart, “Cultural Backlash: Trump, Brexit, and the Rise of Authoritarian Populism”.

De entre sus múltiples contribuciones a nuestro campo, Norris será siempre recordada por su seminal libro A Virtuous Circle? Political Communications in Post-Industrial Democracies (Cambridge, 2000). Desde su propio título alude al círculo virtuoso que se produce entre el consumo de medios de comunicación y participación política, dificultando el establecimiento de una causalidad lineal: ¿conduce la lectura de noticias a la implicación en asuntos públicos? ¿O es el interés en los problemas del país lo que motiva el consumo de medios?

Norris destaca por su habilidad para procesar y explicar los datos cuantitativos de una manera asequible. Siempre encuentra la tabla o el gráfico adecuado para ilustrar un punto relevante de su argumento, y lo hace de manera magistral. Su producción académica es apabullante, pues ha publicado libros y artículos que se han convertido en referencia para el estudio de temas de máxima trascendencia social, desde la brecha digital a la presencia de mujeres en política, pasando por el ascenso de la extrema derecha o su preocupación más reciente, la integridad de los sistemas electorales.

Norris, que destaca en las conferencias de la América que supo acogerla como académica por su impecable acento británico, es conocida por su colaboración con Ronald Inglehart en el análisis de las sucesivas oleadas de la Encuesta Mundial de Valores. Recuerdo particularmente su artículo para Foreign Policy en que testaba con datos de dicha encuesta la teoría del choque de civilizaciones de Samuel Huntington. Inglehart y Norris descubrían que el controvertido Huntington estaba “half right”, o que había acertado a medias. En contra del estereotipo, el mundo árabe clama por más democracia, pero –y en esto sí que el prejuicio resulta ser un juicio acertado- los datos revelan la consideración de la mujer como una ciudadana de segunda categoría. Es decir: que los países musulmanes desean elegir a un gobierno legitimado en las urnas, pero sin que ello implique la igualdad de género. Un dato relevante a considerar cuando aún resuenan los ecos de las históricas manifestaciones del 8-M.

El encuentro que propicia la conferencia de Norris, financiado por el programa COST, también acogerá intervenciones de destacados académicos de la comunicación política, como James Stanyer or Claes de Vreese. Entre los investigadores españoles destacan Rosa Berganza, anfitriona del evento en la Universidad Rey Juan Carlos, y Karen Sanders, que también ha aportado estudios de caso sobre el populismo español al proyecto.

Addenda post-facto: 
Finalmente, la profesora Norris no visitó Madrid, sino que intervino por vídeo-conferencia.

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miércoles, mayo 10, 2017

Ni contigo ni sin ti: de cómo los nuevos actores políticos están redefiniendo la mediatización

Uno de los paradigmas dominantes en el estudio de la relación entre medios y poder, el de la mediatización de la política, otorga a los medios un papel central, ya que éstos vendrían a someter a la política a su lógica, provocando la simplificación de los discursos y la claudicación de los electos, siempre pendientes de adaptarse a las rutinas periodísticas. El profesor de la Universitat Jaume I (UJI) Andreu Casero-Ripollés, uno de los académicos españoles más destacados en el campo de la comunicación política, sostuvo en un seminario de doctorado de la Universidad Carlos III celebrado el miércoles 10 de mayo de 2017 que los actores políticos insurgentes están transformando, gracias a los medios sociales, dicho paradigma. Más que una desmediatización, se produciría una redefinición de la mediatización: los medios seguirían siendo centrales, pero su poder se vería reducido en virtud de dos procesos complementarios: la subversión de la mediatización (con los actores políticos sometiendo a los periodistas a su modus operandi) y la mediatización de doble vía (con los actores políticos, no solo los medios, introduciendo lógicas mediáticas en la política).

Según Casero-Ripollés, en la mediatización de doble vía se produce un cambio en la concepción de la comunicación por parte de los nuevos actores políticos, sean éstos movimientos sociales o partidos insurgentes: ya no se trata solo de encontrar la manera de comunicar un ideario político, sino que la comunicación pasa a concebirse “como la columna vertebral del proyecto político”, afectando a la propia organización del partido. “El proyecto político es también comunicativo, plantean una visión holística del papel de la comunicación en relación a la acción del partido”, a decir de Casero-Ripollés. Así, los actores políticos, y no solamente los medios o los periodistas, impulsarían la mediatización de la política.

La doble vía, afirma el investigador de la UJI, se puede rastrear a tres niveles: 1) el nivel macro, con un estilo populista de comunicación política, aprovechando los marcos interpretativos favorecidos por la crisis (miedo/esperanza); 2) el nivel meso, con los políticos hackeando los medios aprovechándose de sus propias reglas (sería el caso de Pablo Iglesias irrumpiendo en las tertulias televisivas) o con la incorporación de los fans/ciudadanos a la circulación del mensaje en redes sociales; 3) el nivel micro, con nuevos “liderazgos políticos híbridos”, conscientes del papel de los medios en la socialización de la política y de la importancia de acuñar catch-all frames que aglutinen bajo expresiones de significado amplio (‘indignación’, ‘casta’, ‘trama’) las más dispares reivindicaciones ciudadanas.

La subversión de la lógica de los medios por parte de los activistas, el segundo de los modos en los que se redefine la mediatización, supone un cambio de concepción de los medios por parte de los movimientos sociales: pasarían de ser “enemigos” a “fuentes a las que influir”. Es decir, lejos de someterse a la lógica mediática, los actores políticos insurgentes plantearán un nuevo marco de relaciones con los medios que obligue a los periodistas a bailar a su ritmo, subvirtiendo así el modus operandi de los medios.

En casos como el 15-M, la subversión de la media logic se articuló en torno a tres dimensiones, según Casero-Ripollés. En primer lugar, a través de la despersonalización: ya no hay un único portavoz, los líderes no son claramente identificables desde el exterior. En segundo lugar, a través de una ruptura de las rutinas periodísticas, obligando a los reporteros a escuchar interminables asambleas ciudadanas o a peinar las redes sociales en busca de equivalentes a declaraciones. El culmen de la subversión vendría con el redireccionamiento del proverbial agenda-setting, que no situaría a los medios como definidores de la agenda de temas públicos, sino como receptores de una agenda cuyos temas se establecerían a través de la viralización en redes sociales de ‘trending topics’.

La redefinición del paradigma de la mediatización, impulsada por actores marginales, acabaría influyendo en los agentes institucionales, sugiere Casero-Ripollés. Los partidos políticos pasarían a ser organizaciones híbridas que adoptarían prácticas comunicativas propias de los movimientos sociales.

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lunes, marzo 27, 2017

El poder de la otra mitad: ¿sigue habiendo un segundo sexo en política?

La brecha salarial entre hombres y mujeres continúa; el parlamento medio europeo registra una mayoría de hasta dos tercios de hombres; las mujeres tienen menos visibilidad como fuentes en los medios (un 70% son hombres) y todavía se las encuadra en nichos especializados de política presuntamente ‘femenina’, como los asuntos sociales o la familia. Sin embargo, algo se está moviendo: la mayor independencia económica garantizada por la formación hace que el matrimonio sea una elección y no una vía de supervivencia para las mujeres. Ello puede explicar el imparable aumento de mujeres solteras, que comparadas a sus homólogos masculinos obtienen más préstamos hipotecarios, lo que evidencia su mayor solvencia económica. Esto, unido al hecho de que en 2010 las mujeres llegaron a ser la mayoría de la fuerza laboral en EE.UU., llevó a algunas comentaristas como Hanna Rosin a celebrar el fin del patriarcado con libros como The end of men (Riverhead Books, 2012).

Semejante triunfalismo se antoja todavía exagerado. Si bien ser mujer es un plus para hipotecarse, no lo es a la hora de hacer carrera política. En sus cursos de formación a candidatos a lo largo y ancho de América Latina, la consultora política e investigadora académica Virginia García Beaudoux se dio cuenta de que todo era mucho más difícil por el mero hecho de ser mujer. Esas dificultades extra la animaron a escribir el libro ¿Quién teme el poder de las mujeres? (Madrid, Grupo 5, 2017), que lleva por subtítulo la sugerente frase Bailar hacia atrás con tacones altos. Con ella quiere indicar que para una mujer hacer lo mismo que cualquier hombre requiere destrezas mayores: “Fred Astair y Ginger Rogers bailaban sobre el mismo suelo, pero para Rogers bailar implicaba una dificultad extra, la de moverse hacia atrás con tacones altos”, explicó Beaudoux durante la presentación de su libro en la Casa del Lector en Madrid el pasado 14 de marzo de 2017.

La desigualdad de sexos en política es evidente: las mujeres son la mitad de la población, pero no ocupan la mitad de las posiciones de liderazgo. Como recuerda Beaudoux, en las reuniones de Davos el 85% de los líderes son hombres; en Latinoamérica, las mujeres son la mitad de los militantes de los partidos, pero solo 2 de cada 10 llegan a ser líderes de sus formaciones. Las mujeres siguen siendo minoría en los parlamentos (22% de los representantes) y en los gobiernos (17% de los ministros). Además, para las mujeres el éxito político parece conseguirse a costa del personal. Según datos de Beaudoux, en España el porcentaje de ministros sin hijos es del 9%, mientras que la proporción de ministras sin descendencia se eleva al 45%. Además de romper techos de cristal, las mujeres deben caminar sobre los llamados ‘suelos pegajosos’.

Cuando se aventuran a una carrera política, las mujeres han de enfrentarse a los consabidos estereotipos de género, definidos por Beaudoux como “creencias sociales aprendidas de lo que es propio o natural de las mujeres y hombres”. Así, se les preguntará siempre por su papel como madres (o abuelas); se las considerará mandonas y autoritarias si manifiestan un mínimo de asertividad; y recibirán críticas y comentarios relacionados con su apariencia física y vestuario. Una gran desventaja para las mujeres, ya que la investigación demuestra que cuando los medios prestan atención a la indumentaria de una candidata, baja la percepción social de su competencia política, según Beaudoux.

La situación en países como Suecia u Holanda, teóricos paraísos de la igualdad, resulta un tanto engañosa. Aunque haya casi paridad numérica en los parlamentos (se ha rozado un 40% de mujeres diputadas en los Países Bajos), todavía hay pocas mujeres liderando partidos o comisiones clave. Además, ni Suecia ni Holanda han disfrutado de primeras ministras todavía. Aún en este contexto más igualitario, los estereotipos persisten: los medios también se fijan en sus trajes. Se da lo que Beaudoux llama un ‘techo de Nirvana’: la falsa ilusión de que la igualdad ha llegado hace que no se hable más sobre el tema, como si el debate sobre la igualdad fuese ya una cosa del pasado.

Beaudoux no se limita al diagnóstico y ofrece soluciones, iniciativas internacionales de las que ha participado y que persiguen el objetivo de nivelar el terreno de juego para las mujeres. A saber:
  • Academias de candidatas y escuelas de parlamentarias
  • Seminarios de sensibilización para periodistas y medios, del que ya ha emergido un decálogo de recomendaciones.
  • Impulso de redes de mentoras, como las redes interparlamentarias de mujeres, en las que las diputadas se apoyan entre sí independientemente de sus filiaciones ideológicas y partidarias.
  • Políticas públicas para favorecer la corresponsabilidad doméstica.
  • Apuesta fuerte por la educación: las mujeres sin educación, si se las considerase todas juntas, constituirían el décimo país del mundo más poblado.

Por extraño que resulte, según Beaudoux las mujeres de ahora se sienten más solas que las de generaciones anteriores. La autora apunta dos razones: 1) se cree que el problema de la igualdad ya se resolvió, por lo que cualquier problema en este sentido se ve como algo individual y no social; 2) se han desarticulado los espacios de reunión de las mujeres.

Beaudoux animó a vencer los estereotipos de género de los que también son presas las mujeres, como aquél que reza que las mujeres son para sí sus peores enemigas, ya que compiten entre sí. “La competencia y el liderazgo no son rasgos masculinos; son facetas humanas”, apunta Beaudoux, de ahí que la feminización de la política sea en realidad una humanización de la política.

Womencompol, el lugar de encuentro
El 16 de marzo de 2017 se presentaba en el auditorio de la Universidad Camilo José Cela en Madrid la plataforma Womencompol, que pretende servir como lugar de encuentro para las consultoras de comunicación política e institucional. Diana Rubio, Elena Barrios, Ana Cabrera y Mar Vázquez Lorca, fundadoras de la plataforma, oficiaron como anfitrionas de un foro de debate que se abrió con una conferencia de Yurdana Burgoa, directora de gabinete y de comunicación del Departamento de Hacienda y Economía en el Gobierno Vasco, además de miembro del consejo directivo de la Asociación de Comunicación Política (ACOP). Burgoa insistió en que la clave de una buena comunicación política es “una buena escucha”, tanto interna (los consejeros y departamentos del gobierno), como externa, a través de encuestas, medios de comunicación, redes sociales y ciudadanos de a pie. A su juicio, las mujeres aportan a la política intuición, respeto al diferente, confianza y lealtad, pero el objetivo no es llegar a ser hombres.

Las profesionales de la comunicación política Miljana Micovic, Gabriela Ortega y Begoña Fernández compartieron en un animado debate los estereotipos de género en los medios, la extraña desconfianza que sienten algunas mujeres a la hora de votar a candidatos de su mismo sexo, o el tono paternalista que manifiestan todavía algunos hombres en las mesas de negociación.

El foro se cerró con un coloquio entre la consultora Ángela Paloma Martín y la referida consultora y académica Virginia García Beaudoux. En opinión de Martín, las mujeres en política “somos más prudentes, leemos más, estudiamos más y hablamos más entre nosotras”. Beaudoux animó a las candidatas a evitar los estereotipos de género en sus propios perfiles de Twitter. No está mal decir que una es “una orgullosa madre de cuatro hijos”, pero no tiene por qué ser lo primero que se diga.

Para saber más:
Webs:

Libros:
  • García Beaudoux, V. (2017), ¿Quién teme el poder de las mujeres?: Bailar hacia atrás con tacones altos. Madrid: Grupo 5.
  • Lombardo, E. y Meier, P. (2016), The symbolic representation of gender: A discursive approach. Londres: Routledge.
  • Rosin, H. (2012), The end of men. Nueva York: Riverhead Books.
  • Thames, F.C. y Williams, M.S. (2015), Contagious representation: Women’s political representation in democracies around the world. Nueva York: NYU Press.
  • Traister, R. (2016), All the single ladies: Unmarried women and the rise of an independent nation. Nueva York: Simon & Schuster.

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