“Tengo una mala noticia para los politólogos, los sociólogos y los comunicólogos”, dijo ayer el consultor de comunicación política
Antoni Gutiérrez-Rubí durante una
mesa redonda sobre las pasadas elecciones presidenciales en Estados Unidos. “La última campaña de Obama ha sido la campaña de los matemáticos, de los tipos de ciencias duras”, afirmó, indicando que el éxito de los Demócratas se debió fundamentalmente al reconocimiento de perfiles de votantes a partir del análisis de grandes cantidades de datos. Por ejemplo: un 10% de los votantes Demócratas practican yoga, mientras que entre Republicanos la cifra no llega al 2%. Cuando se trata de movilizar a los propios votantes, el conocer que en ese grupo se encontrarán votantes progresistas en una proporción de 5 a 1 permite maximizar los esfuerzos organizativos y financieros del candidato. Un refrendo de uno de los aforismos de Marshall McLuhan, quien
aseguraba que en un contexto de sobreabundancia de información, la clave
del éxito está en el
reconocimiento de patrones.
En la campaña de Obama en 2012, como en todas desde la
épica insurgencia de Howard Dean, el activismo online se hibridó con la acción offline, aquélla en la que se gasta suela de zapato
llamando a los simpatizantes puerta a puerta. Según los datos de Gutiérrez-Rubí, Obama se llevó consigo al 93% de los afroamericanos, al 60% de los jóvenes, al 72% de los latinos, y al 55% de las mujeres. “Cuando te llevas el talento, es decir, a los jóvenes y a las mujeres, las posibilidades de éxito aumentan”, sentenció.
En la
mesa de debate, organizada en Madrid por la
Asociación de Comunicación Política en colaboración con el Colegio Nacional de sociólogos y politólogos, participaron también
Alana Moceri, profesora de comunicación política en la Universidad Europea de Madrid y fundadora de los Democrats Abroad en España, y
Jeff Galvin, agregado de prensa en la Embajada de Estados Unidos en España. Moceri coincidió con Gutiérrez-Rubí en la importancia de la estadística en la última campaña de Obama. “Todo se medía, incluso
el éxito de cada uno de los e-mails en los que se pedían donativos”. Al igual que ocurre en España, en Estados Unidos la base electoral de los Demócratas es amplia pero difícil de movilizar en su totalidad, mientras que los Republicanos son menos pero muy fieles. La clave estuvo en la planificación temprana. Organizing for America, la plataforma para la reelección de Obama, comenzó a trabajar un año antes de los comicios.
Galvin hizo un repaso de los datos sobre uso de medios sociales y compromiso político en Estados Unidos, aludiendo al ya
famoso experimento del sociólogo James Fowler. El investigador de la Universidad de California en San Diego demostró que conocer a través de Facebook que un conocido tuyo ha acudido a su cita con las urnas es capaz de animarte a ir a votar de manera más efectiva que un mero mensaje informativo sobre la celebración de las elecciones. Una confirmación la “
influencia personal” de la que hablaban Katz y Lazarsfeld hace casi 60 años.
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