sábado, mayo 07, 2016

El ‘politainment’ ya es vieja política


La campaña electoral del 26J será, más que austera, creativa, a decir de Inma Aguilar, asesora política de Ciudadanos. Tendrá que ser una campaña “que no se note”, según María José Canel, catedrática de comunicación política en la Complutense, a fin de no enfadar a los ciudadanos. Será “una campaña de debates y una campaña de redes”, dice Aguilar, lo que a su juicio va a beneficiar a los partidos pequeños. Ya no se verán acciones de ‘politainment’, como las de Pedro Sánchez llamando para entrar en directo en Sálvame o tirando a canasta en El Hormiguero, porque los candidatos en liza ya son lo suficientemente conocidos por el electorado. En la campaña de junio “no se buscará notoriedad, sino rendir cuentas del período que va del 20D al 26J”, advierte Aguilar. “La humanización del candidato ya se ha hecho vieja, al votante ya no le hace gracia”, apunta Canel. Las dos expertas en comunicación política participaron este viernes, 6 de mayo de 2016, en un debate organizado por MAS Consulting en la sede del Instituto Atlántico de Gobierno y moderado por el consultor de marketing político Daniel Ureña.

María José Canel ofreció un exhaustivo análisis de los últimos datos demoscópicos, explicando qué ha cambiado en el electorado español y qué cabe esperar para el 26J. El contexto de las próximas elecciones se parece muy poco al de las últimas décadas. Según Canel, el 20D España dejó de votar por tradición. Tanto PP como PSOE bajaron su suelo de voto a unos 7 y 5 millones, respectivamente. En las encuestas pre-electorales la mitad de los votantes decían que iban a cambiar su opción de voto tradicional. Finalmente solo uno de cada cuatro lo hicieron, pero un 25% del electorado no es poca cosa.

¿Qué ha pasado desde el 20D? Según los datos del CIS interpretados por Canel, solo uno de cada dos votantes está contento con cómo se ha comportado su partido en estos meses de negocioaciones. La posición de los electores sobre la conveniencia de que gobierne la lista más votada, antaño mayoritaria, se ha tornado más matizada: uno de cada dos electores duda ahora sobre si debe gobernar el partido más votado.

El electorado español, en efecto, ha evolucionado, y esta transformación se refleja en los últimos hitos electorales, a decir de Canel. En 2008 España pasó de un voto partidista a un voto realista. El voto se decidió más por la creencia en la capacidad de un determinado partido de superar la crisis económica que en la tradicional simpatía ideológica. En 2011 se pasó, según Canel, del voto económico al voto ético. En la decisión del voto primaron valores como el consenso, la transparencia y la integridad. En 2016 los electores dejaron de lado su deseo de que predomine su opción propia al convencimiento de la necesidad de negociar para llegar a una colación de gobierno.

Según el barómetro del CIS correspondiente al mes de abril de 2016, los votantes se mantienen mayoritariamente fieles a sus opciones de voto en las pasadas elecciones del 20D. Las formaciones que más fugas presentan son, curiosamente, Podemos y sus confluencias. Los que se decantaron por la formación de Pablo Iglesias el 20D están ahora debatiéndose entre pasar a IU o a la abstención. Según Canel, los resultados del 26J dependerán en gran medida del éxito de la coalición Podemos-IU y de la abstención.


Ante este incierto panorama electoral, Inma Aguilar descarta las campañas negativas y apuesta por una mayor “feminización” que introduzca valores tradicionalmente identificados con las mujeres como la empatía, la colaboración, la desjerarquización y la movilización de abajo hacia arriba. Según la asesora de Ciudadanos, la consultoría política está muy influenciada por el marketing político americano, y éste a su vez está marcado por las ideas de Sun Tzu en su tratado El arte de la guerra. “Pero una guerra no es solo lo que ocurre en el campo de batalla, adonde solo iban los hombres, sino lo que ocurría en las trincheras, donde seguramente había muchas mujeres que jugaron un papel fundamental y que lamentablemente no nos lo han contando en ningún libro”, apostilla Aguilar.

Tanto Canel como Aguilar coincidieron en la conveniencia de que el asesor político ofrezca una valoración honesta y, en la medida de lo posible, distanciada y no lisonjera del comportamiento de un candidato. Pero ambas reconocieron que es difícil. Aguilar recordó una frase de Cesare Pavese que tiene aplicación al respecto: “Sabemos utilizar la estrategia amorosa solo cuando no estamos enamorados”.

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viernes, mayo 06, 2016

La ley de transparencia, infrautilizada por los periodistas


En 2013 España saldó al fin su deuda como país democrático-liberal al aprobar la ley de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno. Pero por lo que comentaron este jueves en Madrid los periodistas de precisión convocados por las IV Jornadas de Periodismo de Datos organizadas por el capítulo español de la Open Knowledge Foundation, el número de peticiones anuales es muy bajo.

Según Karma Peiró (Nació Digital), las administraciones todavía no sienten la presión ciudadana o periodística. Eso sí, las escasas peticiones son suficientes para volver locos a los funcionarios, que todavía están adaptándose a la nueva era de la transparencia. El portal a través del cual se pueden cursar las peticiones tampoco ayuda. En opinión de Borja Bergareche (Vocento), es “un desastre”. La novedad de la ley también requiere un proceso de aculturación entre los periodistas. “Es importante tener de mano a un jurista que nos ayude a escribir bien las peticiones”, afirma Bergareche, “porque uno no puede solicitar de golpe toda la información sobre el contencioso entre España y Gibraltar”. Las peticiones que no sean concretas no prosperarán.

Las limitaciones de las leyes de acceso a la información pública también se sienten en otros países, como Perú. Antonio Cucho (Ojo Público) considera que “los periodistas y la sociedad civil deben unirse para hacer sentir la demanda de datos a la administración”. En Estados Unidos, el equipo de datos del Washington Post, liderado por la jovencísima Kaeti Hinck, lleva cuenta del estado de sus peticiones de información al abrigo de la FOIA (Freedom of Information Act), clasificándolas en exitosas, rechazadas y en trámite. Hink animó a los periodistas a no depender exclusivamente de los datos de la administración. “Nosotros también podemos crear bases de datos”, animó, refiriéndose a su contabilidad de las muertes por arma de fuego en Estados Unidos, una iniciativa pionera que luego copió el mismísimo FBI, que hasta entonces no manejaba datos a nivel nacional del número de muertos por disparos.

Sacarle partido al periodismo de datos requiere dinero para contratar a buenos especialistas, pero fundamentalmente depende de la pasión, según los ponentes. Incluso un solo individuo puede minar las bases datos y obtener un reportaje de máximo impacto. “Los periodistas”, confiesa Bergareche, “éramos hasta hace poco la última profesión en utilizar el Excel para todo”. Peiró pone el ejemplo del equipo Spotlight del Boston Globe, popularizado en un reciente film: “no tenían las herramientas de las que disponemos ahora y, sin embargo, crearon su propia base de datos”. De hecho, según Helena Bengtsson (The Guardian), los periodistas de datos no deberían ser una clase aparte dentro de la redacción. “Saber mezclar dos tablas relacionales es una habilidad más, como entrevistar. Es uno de los múltiples métodos que utilizamos para obtener información”.

España ha recorrido un gran camino en poco tiempo, en lo que a la adopción del periodismo de datos se refiere, según Marta Ley (El Mundo Data). Pero todavía queda un gran trecho por andar en lo que a cultura de la transparencia se refiere, insiste Bergareche. Si bien las peticiones de acceso a la información pública son ya una rutina en los países de nuestro entorno, los periodistas españoles todavía tienen que acostumbrarse a lo que a día de hoy es todavía una novedad. En un futuro inmediato, Bergareche espera que las unidades de datos de las redacciones sean una parte integral del periodismo de investigación. Ahora que la ley de transparencia se ha hecho efectiva en todos los niveles administrativos y ya permite hacer peticiones a ayuntamientos y gobiernos autonómicos, ya no hay excusa.

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