sábado, diciembre 26, 2015

Apuntes para una España consociativa

Mirándolo bien, el gran derrotado en las últimas elecciones generales ha sido el populismo. En contra de lo que dice el credo populista (sostenga quien lo sostenga), “la gente” no es una, o al menos no tiene una opinión unívoca, con preferencias unánimes. La gente ha hablado, y el resultado es un arco de opinión que se parece más a las plumas de un papagayo que al vúmetro bicolor. De repente la serie de referencia para entender el momento ya no es House of Cards, sino Borgen. España se ha vuelto consociativa.

Hay que desempolvar los apuntes de Ciencia Política y releer a Lijphart (2010 [2000]), que dividía en dos los tipos posibles de democracia: a) las democracias mayoritarias (como Reino Unido o EE.UU.), en las que el gobierno de la sociedad se encomienda a una mayoría, aunque sea exigua; b) las democracias consensuales (casi todas), en las que el gobierno de la sociedad debe incluir al mayor número de gente posible: es decir, la mayoría que gobierne debe ser lo más amplia e inclusiva posible. España encajaría en el modelo consensual, pero la actual crisis se lee en términos de modelo mayoritario.

Una sociedad tan plural como la española soportaría difícilmente un modelo Westminster. Ni siquiera en Reino Unido la distorsión entre proporción de votos y proporción de escaños es fácilmente asumible y es objeto de continuo debate.


En el otro extremo se situaría el parlamento belga, dividido no sólo ideológicamente, sino también lingüísticamente. Es el ‘lado oscuro’ al que España teme aproximarse.



Lo interesante es que, visto de manera abstracta, y recurriendo a la clasificación de sistemas de partidos de Blondel (1968, citado por Lijphart, 2000), España pasaría de ser un sistema de “dos partidos y medio” a un sistema multipartidista sin un partido claramente dominante.


Si representamos los resultados electorales de las últimas tres elecciones generales con base 100, este sería el resultado:

  • España, elecciones generales de 2008, resultados (base 100):
    • PSOE (48), PP (44), Resto (8)
  • España, elecciones generales de 2011, resultados (base 100):
    • PP (53), PSOE (31), Resto (16)
  • España, elecciones generales de 2015, resultados (base 100):
    • PP (35), PSOE (25), Podemos (19), Ciudadanos (11), Resto (8)

Sin fuerzas claramente hegemónicas habrá que ceder, y eso es algo que no casa con el purismo ideológico. Es el precio del gobierno inclusivo: para que todos ganen algo, todos tendrán que perder algo.

Referencias:
Lijphart, A. 2010 [2000]. Modelos de democracia: Formas de gobierno y resultados en treinta y seis países. Barcelona: Ariel.

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