miércoles, diciembre 16, 2020

Diez conceptos clave de la década 2010-2020


Publicado originalmente en La Revista de ACOP (Núm. 55, Etapa 2, diciembre de 2020, pp. 52-56)

Para definir los diez conceptos clave en la investigación en comunicación política de la última década, he contado con la ayuda de otros miembros del Comité Académico de ACOP. A continuación los resultados de nuestro trabajo:

1.- Exposición incidental a las noticias: 

Las viejas revistas políticas decían aquello de que “informarse bien cuesta, pero compensa” para justificar el precio de sus ejemplares. Pero ahora una parte importante de la población tiene la impresión de que informarse no cuesta nada, que no requiere esfuerzo alguno. Ante la oferta infinita de contenidos, muchos optan por satisfacer sus necesidades más lúdicas, confiando en que, si son lo suficientemente importante para ellos, las noticias les llegarán de alguna forma. Esto es lo que se llama la ‘news finds me perception’, uno de los grandes conceptos de esta década acuñado por Homero Gil de Zúñiga et al. (2017). Pero esta exposición incidental tiene sus riesgos: aquellos que se dejan llevar por la marea de las redes sociales son más propensos a informarse por medios no convencionales (en muchos casos, quizá fake news) y a tener un menor conocimiento político que aquellos que buscan las noticias de forma activa.

2.- Polarización afectiva (Lidia Valera): 

Junto con el clásico fenómeno de la polarización ideológica -la tendencia de partidos y ciudadanos a abrazar posiciones más extremas-, asistimos a la consolidación de la polarización afectiva, a saber, la intensificación de emociones de rechazo hacia aquellos que consideramos integrantes de otras tribus morales o identidades ideológicas (Levendusky, 2017; Westwood et al., 2018; Wagner, 2020). Ello sucede porque las opiniones políticas están en última instancia sostenidas por emociones, de forma que los ciudadanos se integran en diversas comunidades de naturaleza afectiva. Paralelamente, la moralización de la vida política de las democracias y la creciente sentimentalización de la conversación pública -auspiciada por las tecnologías digitales-, han propiciado el auge del absolutismo moral, la discriminación ideológica y la intolerancia política (Viciana et al.2019). En España, por ejemplo, los ciudadanos están mucho más divididos por la ideología y la identidad que por sus posiciones en torno a políticas públicas (Miller, 2020). La democracia deviene, en definitiva, un “régimen afectivo” (Arias Maldonado, 2016), en el que antagonismo y la animadversión entre tribus morales obstaculizan el acuerdo moral y político.

3.- Métodos computacionales (Carlos Arcila): 

En el entorno de las grandes cantidades de datos, los métodos computacionales han contribuido con la actualización de los estudios en comunicación política. En primer lugar, los estudios de opinión pública se han visto beneficiados por la estimación de sentimientos en las redes sociales; en segundo lugar, la implementación de algoritmos (p. e. de recomendación o publicidad dirigida) y de robots productores de contenidos falsos en el marketing político han generado un importante reto para estimar el impacto que tienen los mensajes políticos en los ciudadanos por estas vías. La digitalización de las campañas políticas, así como la migración de muchos grupos de ciudadanos a la discusiones online, han generado la necesidad de ejecutar métodos computacionales para comprender la forma en que se desarrolla la comunicación política en las sociedades actuales. Las técnicas de big data incluyen el uso intensivo de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático en el la recolección, análisis y modelado de datos.

4.- Política Pop (Adriana Amado): 

La política pop sintetiza el fenómeno de los liderazgos mediáticos que caracterizó Giampietro Mazzoleni para Berlusconi en Europa y que tuvo exponentes en la América del siglo XXI como Hugo Chávez, Cristina Kirchner o Donald Trump. Se trata de una narrativa política, que atraviesa distintas ideologías partidarias, de izquierda a derecha, más allá del populismo político. Se trata del uso intensivo de la mediática política, en la que el líder se vuelve una marca más del espacio público. Sus consignas se apoyan en lugares comunes que ayudan a reforzar el antagonismo al definir como antipopular a cualquier postura contraria, como la antigua propaganda nacionalista. El poder del pueblo, que los pone por encima de cualquier institución, se exalta a través de la unanimidad exhibida en manifestaciones, festivales, campañas en redes que compiten en atención mediática a cualquier celebridad, a la que emulan al punto de convertir al líder en icono pop.

5.- Populismo (Miguel Ángel Simón): 

Lo primero que hay que señalar al abordar UNA definición de populismo es que no existe. No hay acuerdo académico sobre cómo definir este fenómeno camaleónico que, contrariamente a lo que se suele pensar, lleva ya más de un siglo entre nosotros. Algunos autores lo identifican con una determinada estrategia (Kurt Weyland et al), otros con un estilo socio-cultural concreto al hacer política (Pierre Ostiguy et al) y un tercer grupo los considera una particular ideología (Cas Mudde et al). Sin embargo, en los últimos años se ha ido abriendo paso una definición mayoritariamente aceptada, aunque no de un modo unánime, enunciada por el politólogo Cas Mudde y que, desde un enfoque “ideacional” entiende el populismo como “una ideología delgada, que considera la sociedad dividida básicamente en dos campos homogéneos y antagónicos, el pueblo puro frente a la elite corrupta, y que sostiene que la política debe ser la expresión de la voluntad general (volonté générale) del pueblo”. (Vid Mudde y Rovira, 2019 [2017]).


6.- Posverdad (Toni Aira): 

"Palabra del Año en 2016" según el diccionario de Oxford, hace tiempo que este concepto se ha convertido en un término habitual en la actividad política, en el lenguaje de los medios de comunicación y en el debate en las redes sociales. En esencia se refiere a una pseudo-realidad manipulada, distorsión premeditada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales. En una política donde el factor emocional gana peso frente al emocional, donde más sistemáticamente que nunca se apela a la razón a través de la emoción, la relativización adjunta que esto acarrea respecto de los datos y de la opinión de los expertos abre la puerta a este tipo de discurso donde, para definir la opinión pública, los hechos objetivos influyen menos que los argumentos que apelan a las emociones o las creencias.

7.- Discursos del odio: 

¿Se puede prohibir un sentimiento como el odio? Seguramente no, pero desde el trauma que supuso el Holocausto se cree que el odio, cuando se manifiesta públicamente hacia una minoría, es la antesala del genocidio. Mientras que la tradición norteamericana limita la libre expresión solamente en aquellos casos en los que se profiere una amenaza clara e inminente, la tradición europea quiere impedir discursos que, aunque no anuncien explícitamente violencia, contribuyan a crear un caldo de cultivo de odio contra un determinado grupo social. El problema es que la línea que separa la prevención de discursos de oprobio y la censura es muy fina. Es más, en algunos contextos, como advierte Cherian George (2016), los colectivos extremistas pueden exagerar su ofensa hacia ciertas expresiones críticas con sus creencias para endurecer las leyes contra el discurso del odio, hasta el punto de cercenar cualquier tipo de crítica a su extremismo.

8.- Mediatización: 

Dícese de la adaptación de los actores políticos a las formas de trabajar de los medios de comunicación, que se convertirían en las instituciones centrales en el proceso de comunicación política. La política se mediatiza cuando se somete a la lógica de los medios. Es un proceso tan antiguo como la popularización de los medios de masas: planificar los canutazos o sound-bites para las televisiones o diseñar la escenografía de los mítines pensando en los tiros de cámara serían ejemplos de mediatización.

9.- Platform politics

Es la mediatización de la era digital. Las redes sociales reemplazan a los viejos medios de masas como los principales canales de relación entre políticos y ciudadanos. Pero esta plaza pública digital es, si cabe, todavía menos plural que la analógica: unas pocas y corporaciones concentran de manera oligopolística la actividad política online, obligando a los actores políticos a asumir sus lógicas y sus normas. De ahí que dichas plataformas se vean obligadas a cierta forma de accountability (ej. la biblioteca de anuncios políticos de Facebook) o regulación del discurso (ej. los disclaimers de Twitter en los que se advierte que las afirmaciones de un presidente podrían no corresponderse con la verdad).

10.- Propaganda computacional (Paloma Piqueiras):  

De las investigaciones académicas que estudian la relación entre las ideas políticas y su circulación a través de las redes sociales, se ha desprendido un nuevo concepto: “propaganda computacional”. El término hace referencia al uso de algoritmos y automatización para distribuir deliberadamente información engañosa a través de internet (Woolley y Howard, 2016). De este modo, cuando nos referimos a la “propaganda computacional” estamos englobando en una única expresión todos los esfuerzos de manipulación y desinformación digital. La propaganda computacional es posible gracias a los bots, un software que recopila información sobre los usuarios de las redes y que, a continuación, haciéndose pasar por un usuario humano, emite mensajes, interactúa con contenido ajeno y aplica algoritmos de tendencias. Su alcance es de tal magnitud que un grupo reducido de personas pueden crear un ejército de bots con la intención de usarlos como herramienta de manipulación política a gran escala.



Referencias:

Arias Maldonado, Manuel (2016). La democracia sentimental: Política y emociones en el siglo XXI. Barcelona: Página Indómita.

George, Cherian (2016). Hate spin: The manufacture of religious offence and its threat to democracy. Cambridge (Massachusetts): The MIT Press.

Gil de Zúñiga, Homero; Weeks,  Brian y Ardèvol-Abreu, Alberto. (2017). “Effects of the News-Finds-Me Perception in Communication: Social Media Use Implications for News Seeking and Learning About Politics”, Journal of Computer-Mediated Communication, vol. 22(3), https://doi.org/10.1111/jcc4.12185

Levendusky, Matthew S. (2017). “Americans, Not Partisans: Can Priming American National Identity Reduce Affective Polarization?”, The Journal of Politics, vol. 80(1), https://doi.org/10.1086/693987

Miller, Luis (2020). “Polarización en España: más divididos por ideología e identidad que por políticas públicas”. Esade. http://itemsweb.esade.edu/research/EsadeEcPol-insight-polarizacion.pdf

Mudde, Cas y Rovira, Cristóbal (2019) [2017]. Populismo. Una breve introducción [Populism. A Very Short Introduction]. Madrid: Alianza Editorial

Viciana, Hugo; Gaitán, Antonio, Hanninken, Ivar (2019). “Polarización afectiva: entre el tribalismo y el absolutismo moral”, Agenda Pública (El País).
http://agendapublica.elpais.com/polarizacion-afectiva-entre-el-tribalismo-y-el-absolutismo-moral/

Wagner, Markus (2020). “Affective polarization in multiparty systems”, Electoral Studies, published online August 14th 2020.
https://doi.org/10.1016/j.electstud.2020.102199

Westwood, Sean J.; Iyengar, Shanto; Walgrave, Stefaan; Leonisio, Rafael; Miller, Luis; Striijbis, Oliver (2018). “The tie that divides: cross-national evidence of the primacy of partyism”, European Journal of Political Research, vol. 57, pp. 333-354.
https://doi.org/10.1111/1475-6765.12228

Woolley, S. C., y Howard, Philip (2017). Computational propaganda worldwide: Executive summary (pp. 1–15). The Computational Propaganda Project.

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lunes, junio 15, 2020

ACOP lanza un podcast sobre comunicación política

 
La Asociación de Comunicación Política (ACOP) acaba de lanzar su podcast, ‘Comunicación & Política’, con una entrevista al profesor Daniel Hallin (UC San Diego) sobre la cobertura mediática del coronavirus.

El programa, de una hora de duración, se abre con un debate de actualidad entre Adriana Amado (Universidad Argentina de la Empresa) y Sílvia Majó-Vázquez (Reuters Institute for the Study of Journalism, University of Oxford).

El podcast, de periodicidad mensual, puede escucharse en Apple Podcasts, Google Podcasts y Spotify.

Enlace directo al primer episodio:

Enlace directo al tráiler:

ACOP es una organización sin ánimo de lucro que aglutina a académicos y consultores políticos. Con más de 500 socios, cuenta con delegaciones en España y América Latina. Presidida por la politóloga y consultora Verónica Fumanal, ACOP es la asociación de referencia para los interesados en el papel de la comunicación en la política.

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martes, febrero 18, 2020

Gennadiy Chernov: el que se apropia del tema, gana


El académico Gennadiy Chernov, profesor en la Escuela de Periodismo de la University of Regina en Canadá, ofreció una original conexión entre la teoría del establecimiento de la agenda (agenda-setting) y el populismo durante su charla invitada en la Universidad Carlos III el martes 18 de febrero de 2020: los populistas ganan porque son capaces de adueñarse de temas clave en la agenda pública electoral.

Curiosamente, a pesar de que los medios de comunicación convencionales ofrecen una imagen negativa de los partidos y líderes populistas, éstos no paran de ganar votantes en las democracias occidentales. ¿Por qué? En parte, porque el que se apropia del tema clave en las elecciones, gana. Es decir, hablar en los medios de temas adueñados por los populistas (como la inmigración) tiene el efecto de reforzar el apoyo popular hacia los populistas, aunque la cobertura mediática sea crítica con las posiciones de los demagogos.

Así, la teoría de la configuración de la agenda predice que aquellos que sean capaces de adueñarse del tema clave de las elecciones, las ganarán. A efectos prácticos, el estratega electoral debe procurar 1) adueñarse del tema, 2) hacer que ese tema se convierta en un asunto de debate público (que sea parte de la agenda) y, en el caso de que el tema clave esté en manos de un partido rival, 3) redefinir el tema para apropiárselo. No es casualidad, pues, que los partidos de derecha intenten que las elecciones giren en torno a la economía (se han adueñado de la idea de eficiencia gestora) y los de izquierda apuesten por hacer más prominentes los nuevos derechos sociales y el laicismo.

Un claro ejemplo son las últimas elecciones en el Reino Unido. El tema insoslayable era el Brexit. El Partido Conservador se presentó con el lema ‘Let’s get Brexit done’, mientras que los laboristas trataron de ocultar su ambigua posición sobre el tema clave desviando la atención hacia el estado de la salud pública y la justicia económica. El tema clave, el Brexit, era propiedad de los conservadores, lo que explicaría su victoria electoral.

El creciente apoyo de los votantes occidentales hacia el populismo se explicaría en parte porque los populistas son los dueños de los temas que más preocupan a los alienados y a los perdedores de la globalización. A medida que la clase media se va desvaneciendo y la riqueza se concentra en menos manos, el atractivo del populismo se extendería a votantes que antes se decantaban por posiciones más moderadas.

En el fondo se trataría de una falta de canales para la expresión del descontento: los partidos tradicionales ya no ‘sirven’ a los descontentos para buscar soluciones a sus problemas (por lo que se dirigen a los partidos populistas) y los medios convencionales, temerosos de dar cancha a visiones extremistas, empujarían todavía más hacia los márgenes de la discusión pública a los alienados, que se radicalizarían todavía más en las redes sociales.

Así pues, si los partidos antaño mayoritarios dejan la iniciativa a los populistas a la hora de proponer políticas públicas sobre inmigración, cualquier discusión pública sobre el tema reforzará a los populistas. Si los medios convencionales dejan de discutir las preocupaciones de los alienados por considerarlas exageradas o alejadas de la realidad, los descontentos se radicalizarán todavía más en las esferas de debate alternativas.

Periodista de origen ruso, Gennadiy Chernov se convirtió en académico trabajado con los padres de la teoría del agenda-setting, Donald Shaw y Maxwell McCombs, en Estados Unidos y Canadá. Ha visitado España como parte de su trabajo de campo sobre el populismo europeo.

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martes, febrero 04, 2020

Bernardo Marín (El País): vivimos los últimos días del clickbait


La obsesión por tener visitas, por más efímeras que éstas sean, ha llevado a los medios convencionales a sumarse a la moda del clickbait: el titular periodístico tradicional, que agotaba el hecho noticioso en unos pocos caracteres, es ahora un titular intrigante que oculta deliberadamente la esencia de la información para provocar un clic con el que resolver el acertijo. Para Bernardo Marín, redactor jefe de tecnología del diario El País, el clickbait está viviendo sus últimos días. Cansado ya del juego de la adivinanza, y abrumado por la sobreabundancia de fake news, el público estaría ahora más preparado que nunca para apoyar, con una pequeña aportación económica, la suscripción a marcas periodísticas de calidad. Marín, que ofreció una charla invitada en la Universidad Carlos III de Madrid el martes 4 de febrero de 2020, espera que El País se convierta en esa botella de agua mineral que todos buscamos cuando las inundaciones hacen que el agua corriente se vuelva mustia y no apta para el consumo.

El referente a imitar sería el New York Times, que además de ingresar por suscripciones a su edición general, consigue monetizar sus recetas de cocina y sus crucigramas online. Ahora que los usuarios están acostumbrados a pagar por ver cine y series, ha llegado el momento de volver a levantar muros de pago porosos, que se cerrarían por completo a los lectores más fieles, a los que se invitaría a suscribirse.

La herencia del clickbait no sería enteramente negativa. A juicio de Marín, habría acostumbrado a los periodistas a pensar en cómo hacer accesible y atractivo su contenido en redes sociales y buscadores, convirtiendo a los periodistas en expertos en SEO (search engine optimization). A diferencia de la era del papel, en la era digital es posible saber qué contenidos han sido los más leídos, a través de qué medio o palabras clave se ha llegado a ellos, y cuánto tiempo ha pasado el lector consumiéndolos. Si antes la visita estrella a un periódico era la rotativa, observa Marín, ahora lo son las pantallas gigantes que presiden las redacciones, informando en tiempo real del engagement que generan los contenidos redactados por los periodistas.

Además del clickbait, quien parece tener también sus días contados es la edición impresa. En tan solo una década, la difusión de los diarios en papel ha caído en más de un 60%, por lo que todos los diarios generalistas venden ahora en quioscos lo que El País vendía por sí solo en 2009. A fin de ahorrar costes, los diarios de referencia en Madrid (El Mundo, ABC, el propio El País) comparten ahora rotativa. Marín cree que en no mucho tiempo la edición impresa será un producto gurmet que se limite a los fines de semana, vendiendo unas decenas de miles de ejemplares.

La interfaz dominante para acceder a El País ya no será el papel o el computador, sino el teléfono móvil. De hecho, si hasta hace poco el pico de consultas a la edición digital se producía a las 9:30am (cuando los trabajadores llegaban a la oficina y consultaban las noticias), ahora se produce a las 7:30am (cuando desayunan o van en transporte público hacia su lugar de trabajo) y a las 10:30pm (mientras ven la televisión desde el sofá y hacen multitarea o ‘second-screening’).

Parte del ocaso del clickbait se explicaría por los beneficios menguantes que ofrece para los medios la publicidad digital, duopolizada por los gigantes Facebook y Google, que acumulan el 70% del negocio de los anuncios online. Curiosamente, según comenta Marín, los artículos que llevan a los lectores a suscribirse (ej. tribunas de Vargas Llosa o columnas de Rosa Montero) no coinciden necesariamente con las informaciones más visitadas. El País llegó en octubre de 2017 a los cien mil millones de usuarios únicos, pero ello no redundó en más beneficios, porque la publicidad online siguió abaratándose. De ahí el interés en ganar suscriptores, por más que éstos lleguen a representar una fracción mínima de esa cifra millonaria de visitantes.

El libro de Bernardo Marín La tiranía del clic está publicado por Turner (octubre de 2019) y se vende por 9,90 euros.

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miércoles, enero 29, 2020

Call for papers ACOP León: Parlamentos y comunicación (15-16 de mayo de 2020)


La Asociación de Comunicación Política (ACOP) celebrará su sexto encuentro internacional los días 15 y 16 de mayo de 2020 en León (España). Partiendo de la condición de León como cuna del parlamentarismo, el comité de investigadores de ACOP invita a los académicos de la comunicación política a que presenten propuestas para un panel temático sobre “Parlamentos y Comunicación”. Una selección de los mejores trabajos presentados durante el congreso de León se considerará para su publicación como parte de un número especial en el International Journal of Media & Cultural Politics (Intellect Books) después de la revisión por pares. La fecha límite para la presentación de resúmenes es el 15 de marzo de 2020. La aceptación se comunicará a los asistentes antes del 31 de marzo de 2020.

Algunos de los temas sobre los que podrían versar las comunicaciones son:

• Publicidad versus secreto en las deliberaciones parlamentarias.
• Parlamentos y parlamentarios en las redes sociales.
• Canales de televisión parlamentaria
• Miembros del Parlamento y su relación con los ciudadanos.
• La arquitectura de los parlamentos como estructura facilitadora de comunicación y debate.
• Marca personal de los miembros del Congreso.
• Periodistas y su cobertura de las actividades parlamentarias.
• Comunicación entre parlamentos y otras ramas del poder (ejecutivos, judicatura)
• Parlamentos y participación ciudadana.
• Parlamentos y educación cívica.
• Estudios comparativos de comunicación parlamentaria.

Los títulos y resúmenes de los trabajos propuestos pueden enviarse en inglés o español antes del 15 de marzo de 2020 a y deben incluir título, autor/es, afiliación/es institucional/es y un resumen de 300 palabras. Se ruega que en el asunto del correo electrónico se indique “Propuesta para ACOP León”. Los abstracts se evaluarán prestando atención a su orientación teórica (objetivos, preguntas de investigación o hipótesis), su base empírica (métodos) y su relevancia académica o social. Los trabajos completos basados en los resúmenes aceptados tendrían como fecha límite el 25 de septiembre de 2020.

Sobre ACOP y su VI Encuentro Internacional

La Asociación de Comunicación Política (ACOP) es una organización de académicos y profesionales de la comunicación política (consultores de marketing político, periodistas, líderes cívicos) fundada en 2008 y con 500 miembros de todo el mundo.

El encuentro internacional de ACOP se celebra cada dos años y reúne a académicos y consultores políticos de una amplia variedad de países y contextos culturales, que comparten sus últimos resultados de investigación y comentan las experiencias de sus campañas más recientes. Entre los conferenciantes invitados a anteriores ediciones cabe mencionar a George Lakoff, Evgeny Morozov, Christian Salmon, Jaime Durán Barba, Philip Howard, Joel Benenson, Michael delli Carpini y Jen O’Malley.

Más información en la web del congreso, https://congreso.compolitica.com/call-for-papers/