jueves, marzo 19, 2009

De la campaña a la movilización permanente

Al politólogo Patrick Caddell, asesor del presidente Carter en los 70, se le atribuye el concepto de “campaña permanente.” Según este principio, las campañas no acaban con las elecciones; la propia acción de gobierno ha de ser comunicada de manera persuasiva en el día a día, pensando ya en la campaña siguiente.

El seminario de comunicación política al que hace una semana asistieron los socialistas Jesús Caldera y Juan Fernando López Aguilar en Washington ha ido un paso más allá. El Center for American Progress, la fábrica de ideas de Barack Obama, quiere inculcar a los progresistas del mundo la necesidad de mantener una “movilización permanente” cuando se llega al gobierno o, por decirlo citando el programa del seminario, “a sense of urgency (...) while in office.”

El propio Obama parece guiarse por esta nueva filosofía: A los pocos días de jurar el cargo se ha consagrado ya como el presidente más mitinero de la historia. Mientras escribo estas líneas, el 44 presidente pronuncia un discurso-mítin en Orange County, California, defendiendo su plan para salir de la crisis. Colocadas estratégicamente a sus espaldas se sientan unas cuantas fans que jalean las figuras retóricas del orador. El encuentro parece una réplica del celebrado hace un mes en Florida, bajo el lema de doble sentido “Making America Work” (“work” se puede traducir como “trabajar” y “funcionar”).

Además de acuñar el principio de “movilización permanente”, el seminario de Washington ha confirmado la existencia de una especie de internacional socialdemócrata a la que Obama no tiene reparos en apadrinar: Además del PSOE, en el programa figuraban representantes del Partito Democratico italiano y del SPD alemán.

Durante su estancia en la capital federal, los partidos europeos habrán escuchado fascinantes historias sobre la aplicación de Internet a las campañas electorales. La mayoría no las podrán imitar. En algunos casos, por limitaciones externas: Las leyes de protección de datos europeas son más restrictivas que las americanas, lo que impide la creación de exhaustivas bases de datos sobre votantes. Pero en otros casos, las limitaciones son internas: Los partidos europeos son estructuras estables (algún atrevido diría que inamovibles) y menos permeables al voluntariado espontáneo de lo que predican.

En cuanto a Internet, los partidos y candidatos a este lado del Atlántico harán bien en aplicarse el cuento de Howard Dean, a quien hace unos días escuché en primera persona las siguientes palabras: “Internet es sólo una herramienta. No hará nada por los que no tienen nada que decir.”

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1 comentario:

Albert Medrán dijo...

Buen post! Aunque es evidente que en España no se obtiene la misma rentabilidad de internet que en USA, nuestros políticos solo tienen una opción: abrazar el medio sí o sí. Te recomiendo mi último post en www.albertmedran.com al respecto.

un saludo!