miércoles, marzo 23, 2022

Patxi López: “el discurso de odio quiere devolvernos a las sociedades hormiguero”

El diputado socialista Patxi López durante su charla en la Universidad Carlos III de Madrid

El odio es tan antiguo como la humanidad. Según Patxi López, que este miércoles, 24 de enero de 2022, participó en una de las actividades de la alianza YUFE de universidades sobre el discurso de odio, la minusvaloración del otro empieza desde el momento en que los griegos clásicos o los romanos distinguen entre un nosotros y un ellos, entre los civilizados y los bárbaros. Ahí se empieza a discriminar al diferente, al que no comparte nuestro idioma o nuestra cultura.

Según el diputado socialista, los que en la actualidad entran en el tablero político haciendo uso del discurso de odio nos quieren devolver a esas “sociedades hormiguero”, donde la libertad individual no existe y solo se distingue entre grupos, el propio y el ajeno. Lo harían, a su juicio, “de una manera sibilina”. El primer paso es “sembrar, extender el miedo”, dando la impresión de que los menores no acompañados (‘menas’) podrían atracarnos en cualquier esquina, los inmigrantes violarán a nuestras hijas o que los okupas se meterán en nuestra casa mientras salimos para hacer la compra. Los partidarios del discurso de odio también criminalizarán al feminismo, “porque cuestiona la virilidad entendida como machismo” y a la izquierda, que se caricaturiza como “un comunismo bolivariano que se apropiará del trabajo de toda una vida”, en gráfica expresión de López.

La receta desestabilizadora de los extremistas continúa, según el político vasco, con el negacionismo: de la violencia machista, del cambio climático y de la necesidad de vacunación contra el COVID-19. Se añade luego la definición del enemigo del pueblo y la identificación con lo símbolos patrios, que se niegan a los demás “porque ellos se consideran los verdaderos patriotas”.

Patxi López, que llegó a ser el primer lehendakari no nacionalista tras un pacto con el Partido Popular, afirmó que “en Euskadi tuvimos un ejemplo de todo esto: había una banda terrorista que mataba y unos le daban cobertura política a sus asesinatos, señalaban a los enemigos e incluso les aplaudían. Una inmensa mayoría miraba hacia otro lado mientras 50 mil personas gritaban en la calle ‘ETA, mátalos’”.

El ex presidente del Congreso de los Diputados se mostró a favor de combatir el discurso del odio y evitar pactos con quienes practican el discurso de odio, por más respaldo popular que tengan. No obstante, cree que el cordón sanitario a la extrema derecha no debe pasar por una gran coalición con el Partido Popular, al que acusa de ejercer una mala oposición, sin apoyar al PSOE en las grandes cuestiones de Estado. “Una cosa es el centro político y otra la centralidad sociológica”, afirmó. “Desde el PSOE tenemos que conseguir ser atractivos a una mayoría social sin perder nuestra identidad como partido de izquierdas”. Para López resulta sorprendente que haya diputados que animen a dejar a un lado la política. “Los que proponen olvidarse de las ideologías son siempre de derechas”, sentenció con sorna.

Reconoció que resulta muy difícil trazar la frontera entre el discurso intolerante, que por incómodo o repulsivo que resulte forma parte de la libertad de expresión, y las llamadas a la incitación a la violencia, que sí tienen un castigo penal en la mayoría de las democracias. “Por lo general, quien tiene un púlpito, quien se sube a un escenario, quien es un líder de opinión, debe tener sus libertades un poco más restringidas que el resto”, afirmó. “Cuando un líder de opinión dice que el Gobierno es tan impopular no puede salir a la calle, siempre va a haber alguno que lo crea”. En la era de la posverdad, donde la emoción triunfa sobre la razón, la soflama, a decir de López, se transforma en dato. Y, a la manera de una profecía autocumplida, en cuanto un representante del Gobierno sale a la calle, un ciudadano desencantado acaba por atacar al político.

Durante su etapa al frente del Gobierno Vasco, Patxi López ordenó eliminar todas las pintadas y carteles que celebraban el terrorismo. Recordó que, tras el asesinato de Isaías Carrasco, de la verja de una entidad financiera en Mondragón colgaban retratos enmarcados de los mismos etarras que habían asesinado al socialista vasco. Su hija los tenía que ver todos los días, ensalzados en la plaza pública. El día en que la policía retiró esas fotos se acabó, según López, con el “muro de la vergüenza” en Euskadi.

La charla-entrevista con Patxi López tuvo lugar en el campus de Getafe de la Universidad Carlos III de Madrid, que lidera un ‘desafío’ YUFE sobre ‘hate speech’. En el marco de dicha actividad, alumnos de varias universidades europeas investigan, asisten a charlas de expertos y mantienen grupos de discusión con minorías sociales para proponer una respuesta de política pública a los discursos de odio.

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