viernes, julio 13, 2018

Nueva ola feminista: esto es solo el principio


Las masivas movilizaciones feministas del 8 de marzo de 2018 son solo el comienzo. Las mujeres tienen por delante el reto de asaltar el poder, que sigue siendo masculino. Para ello cuentan con dos armas: las redes sociales (horizontales, virales, baratas, no dominadas por hombres) y la incorporación de la perspectiva de género al periodismo, para evitar titulares como “Mueren dos mujeres…” en casos de violencia de género en los que debería decirse “Matan a dos mujeres.” Así lo afirmaron las cinco conocidas periodistas que la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) reunió en su jornada Alumni “La realidad en clave de género” el miércoles 11 de julio de 2018, en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.

Cada una de las invitadas abrió fuego refiriéndose a una palabra clave. Así, la legendaria corresponsal de RTVE Rosa María Calaf habló del saber: “el conocimiento es tan importante que no dejar saber es la mejor forma de dominar”. Históricamente, las mujeres han sido apartadas e invisibilizadas, otorgando al hombre el terreno de lo público, de la mente (lo superior) y relegando a las mujeres al ámbito de lo privado, del cuerpo (lo inferior). Aún hoy, figuras como la escritora del Siglo de Oro María de Zayas o la periodista y pionera del reporterismo de guerra Carmen de Burgos siguen sin recibir el reconocimiento que merecen.

Lucía Mbomio, periodista de TVE y Píkara Magazine, creadora de Radio Melanina, habló desde su condición de mujer negra de la voz: “a las mujeres negras nos han enmudecido”, aseveró. “Se nos representa como eternas recién llegadas aunque hayamos nacido en Alcorcón. Cuando aparecemos en los medios lo hacemos de manera híper-sexualizada y ligadas a profesiones precarias, como el servicio doméstico… En las contadas ocasiones en las que salimos como doctoras o profesionales de prestigio, se nos advierte de que eso es una excepción”.

La periodista y profesora Ana Isabel Bernal Triviño habló del poder, en concreto de cómo el poder masculino se ha mantenido mediante el silencio, el miedo y el terror. Silencio, porque como recuerda Gerda Lerner, la creación de los primeros estados va ligada la privatización de la función reproductora, con las mujeres como esclavas. Miedo, porque todoas las mujeres que se oponen al poder masculino son represaliadas, desde las sufragistas de antaño, torturadas, a las mujeres indias de hoy en día, que son atacadas y desfiguradas con ácido. Terror, el que llega cuando la persona maltratada o el propio maltratador es un familiar. El patriarcado, sostuvo Bernal, se mantiene con violencia, y solo se puede combatir mediante la unión entre las mujeres.

La televisiva Cristina Fallarás abordó la palabra clave de la sororidad, definida como la relación de hermandad entre mujeres para apoyarse y crear cambios en pro de la igualdad. Fallarás recordó la sorprendente campaña en Twitter bajo la etiqueta #cuentalo, que animaba a las mujeres a revelar historias personales de abusos y agresiones sexuales. En diez días, la etiqueta dio lugar a dos millones cien mil relatos de mujeres abusadas o acosadas en todo el mundo hispano-hablante. “Si nos han sorprendido tanto los millones de testimonios surgidos de una campaña tan modesta, sin publicidad, es porque hemos prohibido a los medios convencionales contar esas historias”, advirtió. Fallarás apuntó al poder que la iglesia católica ejerce en los medios convencionales, hasta el punto de convertir a España en el único país de mayoría católica en el que no se ha realizado una investigación sistemática de los abusos sexuales a menores por parte del clero.

La directora del digital publico.es, Ana Pardo de Vera, habló de transformación: ¿cómo pasar de los gestos al cambio efectivo? No es fácil considerando que las mujeres, pese a ser mayoría en las redacciones y en las facultades de periodismo, son una minoría (11%) en los puestos directivos de medios de comunicación. Esta masculinización de las cúspides ejecutivas se debe a que las empresas y las instituciones que alimentan con publicidad a los medios están dominadas por hombres. “El parlamento, el poder judicial, la corona, el ejército, la jerarquía de la iglesia católica, los directivos del Ibex… todos los poderes son masculinos, es un campo de nabos”, apuntó Pardo de Vera, que ve el asalto a ese poder como el gran reto para las mujeres.

La directora de publico.es cree fundamental integrar la perspectiva de género en el periodismo: “no podemos ignorar al 51% de la población, o de lo contrario estaremos contando las historias que interesan a las estructuras de poder existentes”. Integrar la perspectiva de género es para Pardo de Vera “reconocer que no sabemos”, reconocer que nos hemos criado en estructuras machistas que impiden ver a las propias mujeres sus propias inercias patriarcales.

Prueba de que el 8-M ha pasado desapercibido en ciertos círculos es el reciente vídeo del torero Jesulín de Ubrique, que anuncia su vuelta a los ruedos en Cuenca, una ciudad donde las mamás todavía salen al balcón en mandilón blandiendo una cuchara de palo. Solo falta que el niño que las llama las mande callar, como hacía Telémaco con su madre Penélope en ese pasaje patriarcal de La Odisea destacado por la historiadora Mary Beard en su libro Mujeres y poder (Crítica, 2018).

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