miércoles, septiembre 28, 2005

Aquel debate

El debate televisivo entre Nixon y Kennedy en 1960 fue el bautismo de fuego para un (entonces) nuevo medio que se reveló indispensable para la comunicación política. Tal día como ayer, un 26 de septiembre, unos 60 millones de norteamericanos presenciaban aquel famoso debate en el que Kennedy aparecía bronceado y tranquilo, mientras Nixon (recién salido de una operación de rodilla) se mostraba sudoroso y pálido.

Con la creciente fragmentación del ágora catódica en una miríada de canales, la televisión parece haber perdido su liderazgo indiscutible en la comunicación política. Pero quizá nos hayamos apresurado al darla por muerta antes de tiempo. Conviene recordar que durante la campaña presidencial del año pasado, cerca de 62 millones de espectadores en Estados Unidos vieron el primer debate electoral entre Bush y Kerry. Un importante repunte después de los magros 46,5 millones de televidentes que Bush y Gore habían congregado en la campaña del 2000. Claro que estos números palidecen frente a los 80 millones de personas que presenciaron el duelo televisivo entre Carter y Reagan en 1980.

A continuación presentamos una guía de recursos para nostálgicos y estudiosos de la materia.

Vídeos de los debates presidenciales:

Nixon versus Kennedy (1960)

Carter versus Ford (1976)

Carter versus Reagan (1980)

Reagan versus Mondale (1984)

Bush versus Dukakis (1988)

Bush versus Clinton (1992)

Clinton versus Dole (1996)

Bush versus Gore (2000)

Bush versus Kerry (2004)


Transcripciones de los debates presidenciales:

Desde 1960 a 2004

1 comentario:

Leo García-Jiménez dijo...

Sí bueno, más que la pérdida de la influencia de la televisión (creo que sigue siendo el medio más influyente de todos) a lo mejor la lectura actualizada de aquél debate fue que se trató de un hito dentro de la era de lo visual, importancia de la imagen que desde entonces no ha hecho más que ir en aumento. Los políticos se someten a los mismos cudiados que la gente del mundo de la moda... La verdad es que aquél día Kennedy estaba especialmente favorecido y Nixon daba un pelín de pena.

saludos!