jueves, enero 26, 2012

El proyecto Europa: ¿Adiós al inglés?

 
Esto es un español, un polaco, un francés, un italiano, un alemán y un británico que se juntan y… Podría ser el comienzo de un chiste sobre estereotipos nacionales europeos, pero es en realidad un proyecto de seis periódicos líderes en sus respectivos mercados para publicar un suplemento de opinión y reportajes sobre asuntos europeos (en el que, curiosamente, se incluye un reportaje sobre los estereotipos nacionales). “Europa”, un cuaderno de 24 páginas, se publicaba hoy adjunto a El País, Gazeta Wyborcza, Le Monde, La Stampa, Süddeutsche Zeitung y The Guardian, sin anunciar claramente su periodicidad: ¿mensual? ¿ocasional? Es, en cualquier caso, lo más parecido a la operacionalización de una esfera pública europea. Y, curiosamente, es una apuesta multilingüe, lo que representa una alternativa a la sección en inglés que iniciarion (exclusivamente online) Der Spiegel (semanario alemán), NRC Handelsblad (diario holandés, reemplazado por el agregador Presseurop.eu tras cerrar en junio de 2010 su servicio internacional), Politiken (diario danés) y Corriere de la Sera (diario italiano).

En una columna sobre la red paneuropea capitaneada por Der Spiegel, Charlemagne, el articulista de asuntos europeos de The Economist, sostenía que la penetración del inglés entre los jóvenes europeos (un 60% de ellos lo hablaría “bien o muy bien”, según este autor) permitiría una esfera pública europea online angloparlante. Sin hacerle ascos a la red, el nuevo proyecto Europa nace en formato impreso y deja a un lado el inglés como lengua franca para apostar por la traducción, que según el filósofo francés Étienne Balibar es el verdadero idioma de Europa. Quizá porque, como dice el semiólogo Umberto Eco en el propio suplemento, “Europa no será nunca los Estados Unidos de Europa, un solo país con una sola lengua como los Estados Unidos de América. Aquí tenemos demasiadas lenguas y culturas. Este suplemento es meritorio precisamente porque un periódico único europeo, por ahora, es una utopía”.

A continuación reproducimos las portadas de los diarios participantes en el suplemento.








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miércoles, enero 25, 2012

ACOP y CEU: Seminario de investigación en Madrid

La Asociación de Comunicación Política (ACOP) y el Centro de Investigación de Tendencias de la Comunicación de la Universidad CEU San Pablo de Madrid organizan el seminario ‘Investigar hoy en comunicación política’, que tendrá lugar en el salón de actos de esta última universidad (Paseo Juan XXIII, 6, Madrid) el próximo lunes, 13 de febrero de 2012, en horario de tarde. El taller correrá a cargo de las profesoras e investigadoras María José Canel (Complutense) y Karen Sanders (CEU San Pablo), que han publicado conjuntamente sobre temas de escándalo político en España y Reino Unido. El seminario de investigación se divide en dos sesiones, con el siguiente programa:

16.30 hs.- Diseñar estratégicamente la carrera investigadora.

17.45 hs.- Pausa.

18.15 hs.- Publicar con éxito.

19.45 hs.- Fin del seminario.

La inscripción es gratuita. La reserva de plazas debe tramitarse a través de la dirección de correo electrónico info[@]compolitica.com.

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jueves, enero 19, 2012

Entman en Oporto, Semetko en Bilbao

Los próximos meses presentan un par de citas interesantes para los investigadores en comunicación política radicados en la península ibérica. Además de la conferencia de James Curran en Madrid (abril de 2012) referida en un post anterior, destacan la presencia de Holli A. Semetko (Emory University, EE.UU.) en el encuentro internacional de la Asociación de Comunicación Política en Bilbao (14, 15 y 16 de junio de 2012) y el plantel de ‘keynote speakers’ de la conferencia internacional ‘Media and Journalism in an evolving ecosystem’ (a celebrar en la Universidade do Porto el 14 y 15 de mayo de 2012): Dan Hallin (University of California at San Diego), Robert Entman (George Washington University), Mark Deuze (Indiana University), Elizabeth Grabe (Indiana University).La fecha límite para el envío de abstracts para esta última conferencia es el próximo 15 de febrero (véase web del congreso), así que hay que darse prisa.

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martes, enero 03, 2012

Majone: “El final del euro no sería el final de Europa”

 Crédito de la imagen: Euroacademia.eu


Profesor emérito del Instituto Universitario Europeo de Florencia, Giandomenico Majone es uno de los autores clave de la teoría de la integración europea. Se le encuadra, junto a Andrew Moravcsik, en la escuela intergubernamental (la que explica la unidad europea según el interés consciente de sus estados miembros), aunque él se ha forjado su propia escuela, la ‘regulatoria’, que concibe a la UE como una pseudo-confederación que haría mejor, a su juicio, en imitar el gobierno compuesto de la Europa medieval que un nuevo estado pan-europeo. “A veces me tildan de euroescéptico”, dijo en una reciente conferencia en Viena organizada por la fundación Euroacademia, “nada más lejos de la realidad. Incluso podría ser un federalista, si creyese en la viabilidad de semejante proyecto.”

Para Majone, el principal defecto de los padres fundadores de la actual UE, así como el de los eurócratas contemporáneos, es el de intentar hacer de la Unión Europea un estado federal. Europa, dice Majone siguiendo a Eric Jones, autor del libro The European miracle (1981), estaba unida cultural y económicamente antes de la existencia de la actual UE, incluso antes de la llegada del nacionalismo, invento relativamente reciente que dotó de legitimidad popular a los estados nación. Afirmaciones como la de Merkel o Sarkozy, de que el final del euro sería el final de Europa son, a juicio de Majone, exageraciones carentes de sentido. “Los federalistas nunca han prestado atención a las limitaciones intrínsecas, y eso ha llevado a la situación que tenemos hoy en día”. En su opinión, el proyecto de moneda única es el ejemplo más claro de “una cultura política de total optimismo”. No había plan B por si fallaba el euro, como tampoco lo había por si los referendos constitutionales salían negativos.

El proyecto de una moneda única no siguió el método Monnet de integración paulatina. Fue un salto cualitativo. En vez de empezar con un grupo reducido de países, se optó por cuantos más países mejor. Una integración monetaria progresiva que tuviese a Alemania y a su área de influencia como protagonistas era temida por Francia, que apostaba por integrar a más países, a fin de hacer la unión monetaria lo menos alemana posible. “Obviamente”, afirma Majone, “a más países, mayor heterogeneidad. En una situación como la actual, una política monetaria centralizada significa que habrá países –los periféricos– que sufran mucho.” Si continuamos apoyando una unión monetaria de la presente escala, habrá que centralizar los presupuestos y la política social, pero a día de hoy las diferencias económicas y sociales entre los países miembros son enormes, avisa Majone.

A este respecto, Majone trae a colación un artículo del economista austríaco Friedrich Hayek, que en 1939 trataba de responder a las consecuencias de una posible conversión de la Commonwealth británica en una federación. Sus conclusiones tienen relevancia para la Europa de hoy: en una unión de países muy desiguales económica y socialmente, los estados miembros de esa hipotética federación tendrán muy poco margen de maniobra y autonomía para ejecutar políticas domésticas. Además, la federación estará siempre presa de la inestabilidad que supone aplicar políticas redistributivas en países que no son cultural y socialmente homogéneos. La renuencia de Alemania a pagar la factura griega sería un claro ejemplo de este peligro.

La actual crisis es, en opinión de Majone, una oportunidad magnífica para pensar modos de integración europea que vayan más allá del modelo del estado nación, o de la federación pan-europea. “Muchos eurócratas desconocen la propia historia de Europa”, apunta el profesor, que invita a estudiar otros ejemplos históricos de integración, como la Liga Hanseática.

Hace diez años, cuando se dio luz verde al euro, hubo Premios Nobel de Economía como Milton Friedman que alertaron de sus peligros potenciales. “No quiero decir que los políticos se tengan que plegar a las opiniones de los economistas”, reconoce Majone, “pero si tienes a varias luminarias diciéndote que la cosa puede salir mal, debes tener al menos un plan de contingencia.” Para el profesor, la adopción del euro epitomiza el modelo de integración europea, lleno de saltos al vacío sin red. “La integración política tiene costes y beneficios. La UE y la propia literatura en estudios europeos sólo presentan los beneficios. Ahora podemos ver también sus costes. Tenemos a millones de europeos hipotecados que están pendientes del euríbor. Y la única solución que se vislumbra para mantener vivo al euro tal y como lo conocemos hoy en día es mediante una supervisión, por parte de las instituciones europeas, de los presupuestos de los estados nacionales. No  creo que sus respectivas opiniones públicas lo toleren fácilmente”, destaca. La centralización de la política monetaria requiere una centralización inevitable de las políticas presupuestarias y sociales de los estados miembros. Semejante nivel de integración con el nivel actual de heterogeneidad cultural y la limitadísima financiación de las instituciones europeas con un 1.2% del PIB europeo no es sostenible, según Majone.

Quizá el 2012 haga realidad lo que muchos europeístas dicen desear: que el debate sobre la integración europea se haga popular. Pero hay que tener cuidado con lo que se sueña...

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