viernes, agosto 30, 2013

Ohio State busca profesor/a de comunicación política

La School of Communication de la Ohio State University (OSU) en Columbus (Ohio) busca profesor/a de Comunicación Política con interés en estudios comparativos entre países.

Los profesores e investigadores en comunicación política de la OSU, excelentes en métodos cuantitativos, están entre los más prestigiosos de Estados Unidos. Su departamento de comunicación es el primero en producción científica según el National Research Council (NRC). Su programa de doctorado adiestra a académicos que son codiciados por las universidades norteamericanas más ambiciosas. Tal ha sido el caso de jóvenes promesas como Lindsay Hoffman (profesora en la University of Delaware) o Myiah Hutchens (profesora en la University of Arizona).

Las solicitudes deben tramitarse a través del portal Academic Jobs Online. La fecha límite es el 11 de octubre de 2013.

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lunes, agosto 26, 2013

Cita en Bilbao: La legitimidad de la UE a examen

El 2 y 3 de septiembre el Bizkaia Aretoa (Paraninfo de Bizkaia) acogerá la celebración del congreso internacional “Europa después de la crisis del euro: legitimidad, democracia y justicia”, organizado por el Instituto de Gobernanza Democrática ‘Globernance’. Para los estudiosos de la comunicación política europea resulta de particular interés la presencia de dos académicos de renombre:

  • Kalypso Nicolaidis, directora del Centro de Estudios Europeos de la Universidad de Oxford. Nicolaidis ha acuñado el término “demoicracy” para referirse a la pluralidad de demoi en una democracia europea. Un concepto que la politóloga Chantal Mouffe reconoce como intelectualmente atractivo.
  • Philippe C. Schmitter, profesor del Instituto de Estudios Europeos de Florencia. Schmitter ha sido durante décadas una referencia insoslayable para el estudio de la Unión Europea, primero como máximo exégeta del neo-funcionalismo (la teoría que explica la integración tecnocrática y paulatina de Europa) y luego como uno de los comentaristas más cualificados del llamado “déficit democrático” de la UE.

Oficiará como maestro de ceremonias el reconocido académico Daniel Innerarity, catedrático de filosofía política y social, investigador Ikerbasque en la Universidad del País Vasco y director del Instituto de Gobernanza Democrática.

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martes, agosto 13, 2013

Amazon y el regreso del Daily Me



De los seis novios que la consultora Allen & Co. encontró para el Washington Post, los Graham optaron por Jeff Bezos, el creador de Amazon. Epítomes de la empresa familiar de prensa, los Graham han pasado el testigo a un self-made man del mundo digital, como si quisieran señalar que el periodismo todavía tiene un futuro comercial, y que ese futuro ha de fiarse a los gurús del ‘big data’.

Los comentaristas han saludado dos aspectos de la política empresarial de Bezos que podrían beneficiar al Post y, por extensión, al resto de los ‘legacy media’: su visión a largo plazo (no le importa perder dinero unos años con tal de consolidar un buen producto en el mercado) y su obsesión por el marketing personalizado: las famosas recomendaciones de Amazon son el resultado de complejos algoritmos que ofrecen al cliente productos asociados a los patrones de compra de millones de consumidores como él. La traducción periodística de esta personalización sería una resurección del Daily Me profetizado por Nicholas Negroponte hace 18 años (Negroponte, 1995). Una publicación electrónica única para cada cliente, con noticias alusivas a sus temas de interés.

El Daily Me es, sin embargo, una negación del periodismo. El periódico, como la ciudad, es el lugar de aprendizaje incidental (“¡no sabía que esto podía interesarme!”). El periódico es también una selección autorizada (o autoritaria) de la actualidad, con la voluntad de hacer interesante lo importante. El periodismo contemporáneo está íntimamente ligado a un sistema de gobierno representativo. No es casualidad que la tecnología de desintermediación que es Internet amenace a ambos. El periodismo no consiste en satisfacer particularidades, sino en crear comunidades político-culturales. La ironía de Bezos como salvador del periodismo reside precisamente ahí, en la postulación del gurú de la desintermediación como la última esperanza del negocio de la mediación de asuntos públicos.

Quizá haya, no obstante, una relación entre el reconocimiento de patrones de datos y la clientela del periodismo. Incluso en la era de lo impreso, el sustento del periodismo no era el total de la población, sino una inmensa minoría que forma una ‘comunidad imaginada’ (Anderson, 1983) de lectores que, como tales, no se conocen entre sí pero saben de su mutua existencia. La minería de datos, traducida en muro poroso, es una manera de monetizar la fidelidad de la minoría influyente. La confusión entre la minoría de lectores y la mayoría de población la provocan los propios periodistas, que se erigen en representantes de una mayoría indignada que en realidad suele ser una minoría atenta. Los públicos no son más que creaciones retóricas del periodismo, de ahí que invertir en los medios como creadores de comunidad sea una decisión estratégica para los millonarios que buscan influencia política.

Referencias:

Anderson, B. 1983. Imagined communities: Reflections on the origin and spread of nationalism. Verso: New York.
Negroponte, N. 1995. Being digital. Knopf: New York.

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