miércoles, octubre 19, 2011

Plazas públicas, literalmente

El parque Zuccotti de Nueva York, la plaza Tahrir de El Cairo o la Puerta del Sol de Madrid han vuelto a poner de manifiesto la importancia del espacio público urbano para la protesta. No por casualidad, los medios de comunicación y los parlamentos aspiran a ser ‘plazas públicas’ para el debate y la visualización del conflicto social. Pero las plazas públicas urbanas tienen una ventaja sobre sus remedos políticos y mediáticos. Su iconicidad las hace memorables, y su centralidad en el espacio urbano las hace inevitables. Los periódicos se pueden dejar de comprar, las tabletas, las teles y radios se pueden apagar… pero una plaza central es difícil de soslayar, de rodear, dado su carácter nodal. Por ella pasan el politizado y el despolitizado, el ciudadano y el turista, el activista y el curioso.

Michael Kimmelman, crítico de arquitectura del New York Times, publicaba este domingo un artículo en el que subrayaba la siguiente paradoja: “con independencia de lo fundamentales que son los nuevos medios para la expansión de una protesta en estos días, nada se compara a la toma de las calles por parte de la gente.” Kimmelman recuerda a Aristóteles, para quien la ciudad ideal tenía como límite la extensión del grito de un heraldo. “Creía que la voz humana estaba directamente relacionada con el orden cívico. La conversación cara a cara era para él un requisito fundamental para una ciudadanía saludable.”

Señala Kimmelman que el parque Zuccotti es, curiosamente, un espacio público de titularidad privada. Hasta 2006 se conocía como parque de la Libertad, momento en el que cambió su nombre para honrar a John Zuccotti, antiguo presidente del comité municipal de planificación urbana que contribuyó, desde la empresa inmobiliaria que preside, a la reconstrucción del parque tras el 11-S. ¿Un ejemplo de la legendaria implicación de la sociedad civil norteamericana en lo público? ¿O una palmaria demostración de la peligrosa mezcla entre lo público y lo privado en el desarrollo urbano contemporáneo? ‘Food for thought’ para las charlas de café en el campamento de Wall Street.

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jueves, octubre 13, 2011

Las elecciones del 20-N, en directo con MAS Consulting

La consultora de comunicación política MAS Consulting convoca unas jornadas para seguir desde Madrid el cierre de campaña de las elecciones generales del 20 de noviembre de 2011 en España.

Según el programa orientativo, en la tarde del jueves, 17 de noviembre, los asistentes conocerán la historia de las elecciones en España y tendrán una introducción al sistema electoral por circunscripciones provinciales que se utiliza para las generales.

En la mañana del viernes, 18 de noviembre, los participantes en las jornadas visitarán las sedes de los principales partidos y el propio Congreso de los Diputados. Por la tarde se analizarán las campañas de los candidatos y se acudirá, por grupos, a los actos de cierre de campaña.

El sábado, 19 de noviembre, los asistentes aprovecharán la mañana para analizar el papel de Internet en la campaña, así como el resultado de los debates televisivos entre los principales candidatos (eso si se confirma su celebración, claro está). La tarde de la jornada de reflexión se ocupará con una visita a sedes de medios de comunicación.

El domingo, 20 de noviembre, arrancará con un tanteo matutino a varios colegios electorales para, a partir de la 19.00 horas, seguir en vivo la noche electoral.

Información e inscripciones en la web de las jornadas.

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viernes, octubre 07, 2011

Tres retos para los investigadores

Los académicos de la comunicación política tienen ante sí tres grandes desafíos que, a su vez, se encuadran dentro de fascinantes áreas de investigación. Así lo creen Kelly Garrett (Ohio State), Bruce Bimber (California-Santa Bárbara), Homero Gil de Zúñiga (Texas), François Heinderyckx (Libre de Bruselas), John Kelly (Berkman Center, Harvard) y Marc Smith (Connected Action Consulting Group), autores de un breve artículo de próxima  publicación en el International Journal of Communication. He aquí los tres retos a los que apuntan:

  1. Entender la deliberación en la era de Internet. El periodismo ya no tiene el monopolio en la mediación de los asuntos públicos. Nunca ha sido tan fácil crear esferas autónomas de deliberación, para bien –dar entrada a discursos marginados por el establishment– y para mal –crear "cámaras de resonancia" (Sunstein dixit) en las que reina el onanismo político y la radicalización intolerante–.
  2. Estudiar las relaciones entre individuos además de las propias características de los individuos. Internet ha vuelto a poner de moda los estudios relacionales en sociología. Las encuestas ya no solo preguntan a los individuos qué hacen, sino también con quién se relacionan. Los vínculos entre personas y entre personas y cosas (organizaciones, lugares, productos) siempre han sido parte de nuestra identidad como individuos. Por fin, los sociólogos vuelven a preguntar por el “dime con quién andas”.
  3. Investigar la comunicación política en perspectiva comparada, a fin de distinguir los universales de los particulares. En otras palabras: saber hasta qué punto las experiencias de Estados Unidos son aplicables a un contexto global. Los que hemos visto a un candidato al congreso de EE.UU. repartir folletos en una estación de tren a las 5 de la mañana y pasarse la tarde colgado al teléfono para pedir donativos para su campaña electoral sabemos que eso no es posible en nuestra querida Europa meridional. Quizá los académicos y profesionales de la comunicación política de España, Portugal e Italia harían mejor en estudiar la vigencia contemporánea del stato corporativo mussoliniano que en hacer refritos de los powerpoints de los consultores de Dallas.

El artículo de Garrett y colegas está basado en una ponencia presentada en la conferencia Transnational Connections, organizada por IE University en su campus de Segovia en marzo de 2010.

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