miércoles, agosto 26, 2009

A vueltas con el Obamacare

Los europeos no dan crédito a lo que ven en sus televisores. Muchedumbres airadas se manifiestan contra los planes de cobertura sanitaria universal de la Administración Obama, mientras en un polideportivo de Los Ángeles médicos voluntarios atienden a una pequeña parte de los 40 millones de norteamericanos que carecen de seguro médico. Para colmo, los Estados Unidos se presentan como el país que más proporción de su PIB gasta en sanidad, lo que unido a la falta de cobertura universal acrecienta la sensación de ineficiencia. A mayor abundamiento, en las comparativas internacionales la esperanza de vida media de los ciudadanos USA se encuentra por debajo de la de varios países europeos.

¿Irracionalidad? ¿Masoquismo? No, ni mucho menos. El modelo de cobertura sanitaria de Estados Unidos es un ejemplo más del excepcionalismo americano del que hablaba Lipset. Una manifestación más de la filosofía del ‘gobierno limitado’. Las iracundas protestas son el síntoma más evidente de que Obama está tocando fibras sensibles, órganos vitales de la sociedad que preside. Aún a riesgo de simplificar, la diferencia entre Estados Unidos y Europa, en todos los ámbitos, es la siguiente: En USA se prima la libertad sobre la seguridad. En Europa el deseo de subir a todos al carro empuja hacia abajo, hacia la media (algunos dirían hasta la mediocridad) al libertario, al aventurero, al soñador. En América la primacía de la libertad sobre la seguridad hace que el exitoso pueda disfrutar de sus logros al máximo, mientras que el rezagado se hunde todavía más en su miseria. El europeo, y en especial el latino, dirá que esto es totalmente injusto, que a veces el destino nos podría convertir en perdedores. El americano dirá que el destino no existe, y que está en la mano de cada uno salir de la miseria para alcanzar cotas de bienestar mayores.

¿Cómo se traduce esta filosofía de fondo al caso sanitario? En Estados Unidos, quien tiene un buen trabajo puede permitirse un buen seguro sanitario, lo que implica poder elegir doctor, llamarlo a altas horas de la madrugada un sábado para relatar un episodio de hipocondría, y acceder a carísimos tratamientos experimentales en caso de enfermedades graves. En Europa no hay nadie sin cobertura sanitaria, pero sí hay listas de espera, los episodios de hipocondría han de tratarse como urgencias y los tratamientos experimentales quedan vedados al paciente hasta que el gobierno nacional o la agencia sanitaria competente considera que el coste de su adquisición se ve compensado por sus beneficios (medibles, por ejemplo, en semanas de esperanza de vida). “¡Pero no todo el mundo tiene un buen trabajo!” dirá el europeo. “El virtuoso sí” replicará el americano, para el que la buena fortuna no es tal sino la justa recompensa a su esfuerzo individual y rectitud moral.

El Presidente Obama no se cansa de decir que libertad y seguridad no tienen por qué ser incompatibles, de la misma manera que en Estados Unidos conviven universidades privadas de máximo nivel (Yale, Harvard) con universidades públicas que en nada las desmerecen (California, Illinois). Sin embargo, puesto que la reforma sanitaria toca la columna vertebral de valores de Estados Unidos, Obama está arriesgando todo su capital político en un asunto que podría extinguir su buena estrella presidencial. Tan delicada es la situación que incluso llegó a descartar la ‘public option’ en favor de cooperativas privadas sin ánimo de lucro. Se equivocan muchos columnistas europeos al presentar a las compañías de seguros como el principal enemigo de Obama. Tampoco lo son los Republicanos. La prioridad de la libertad sobre la seguridad es un valor netamente (USA)mericano, que trasciende a las diferencias ideológicas partidarias. El reverso lo tenemos a este lado del Atlántico, donde una mayoría de los ciudadanos de derechas apoyan el ‘welfare state’ y una intervención estatal que serían anatema para un Demócrata moderado.

Lecciones de comunicación política
Una vez explicada la aparente irracionalidad de la soledad de Obama, el estudioso de la comunicación política gustará de reflexionar sobre los límites de la movilización permanente. El poder siempre desgasta, y la Obamanía no puede durar siempre. El presidente se ha remangado de nuevo la camisa, viajando estado por estado para explicar su reforma sanitaria en multitudinarios foros ciudadanos, donde por cierto se presentaban individuos con escopeta al hombro (de nuevo, el excepcionalismo norteamericano, la libertad extrema, la desconfianza del estado como monopolizador de la violencia). ¿Han servido de algo estos foros-mítin? A Obama le gusta la argumentación razonada. Su histórico discurso sobre las relaciones raciales consiguió dar en la diana del consenso y acalló la polémica de su antiguo pastor espiritual. En una jugada retórica maestra, Obama tocó fibras sensibles y las reparó sin dañarlas. La estrategia para reformar el sistema sanitario es la misma, pero fuera de campaña un gobierno no puede responder con la misma artillería sentimental que utilizan las compañías de seguros en sus anuncios televisivos. Obama no puede responder con el mismo grado de dureza a los Political Action Committees que lo pintan con bigote hitleriano.

Desde el punto de vista de los marcos interpretativos, lo que los académicos llaman ‘discursive frames’, se enfrentan las palabras ‘Obamacare’ frente a ‘public option’. Con la primera los Republicanos quieren ridiculizar la reforma sanitaria de Obama, connotando que se trata de una segunda versión de su precedente más inmediato, el malogrado Hillarycare. El término ‘public option’ denota que Obama no quiere un sistema totalmente público, sino una opción pública en competencia con las opciones privadas. Según la métrica de Technorati, que lleva cuenta de las etiquetas utilizadas a la hora de describir los posts de los blogs, el término ‘Obamacare’ gana terreno en la blogosfera a pasos agigantados.

Tras su breve descanso vacacional, interrumpido por el fallecimiento del león Ted Kennedy, Obama necesitará de toda su fortuna (perdón, de todo su empeño) para operar al paciente sin que éste lo agarre del pescuezo en plena cirugía.

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martes, agosto 04, 2009

Información y participación política: Conferencia europea en Leeds

Justo después de las Elecciones Europeas de junio de 2009, en las que se alcanzó un nuevo récord de abstención e incrementaron su representación partidos extremistas de toda condición, académicos de toda Europa se han citado en Leeds (Reino Unido) para el 17 y 18 de septiembre de 2009, a fin de estudiar la relación entre información y participación política durante la campaña europea.

La conferencia está organizada por la sección de Comunicación Política de ECREA (European Communication Research and Education Association), y dos de los centros de investigación de la Universidad de Leeds, el Centre for Digital Citizenship y el Jean Monnet European Centre of Excellence, ambos con sede en el Institute of Communications Studies. La lección magistral correrá a cargo de Peter Dahlgren, de la Universidad de Lund (Suecia).

A continuación reproducimos el programa preliminar de la conferencia. La fecha límite para matricularse a precio reducido es el 15 de agosto de 2009. Más información en la web del simposio.

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Mediated Citizenship: Political Information and Participation in Europe

Leeds, 17-18 September 2009

Preliminary programme

WEDNESDAY, 16th September 2009

19.00.- Get together at local pub

THURSDAY, 17th September 2009

09.00 – 09.30.- Arrival of participants, registration, coffee

09.30 – 09.45.- Welcome

09.45 – 10.45.- Panel 1: Deliberation and citizenship (1)

  • Mediated citizenship. Deliberation and opinion formation in dialogical formats, by Marianne Fraefel, Thomas Haeussler and Reinhard Riedl (Bern University of Applied Sciences)
  • News talk – Types and functions of political talk after TV-news reception, by Denise Sommer (University of Leipzig)
  • Images of Turkey and the construction of European identity. An analysis of media versus citizens’ discourses on Turkey’s EU accession process, by Agnes I. Schneeberger (University of Leeds)

11.00 – 12.00.- Panel 2: Deliberation and citizenship (2)

  • Mediated citizenship in local issues discussion forums, by Simon Smith (University of Leeds)
  • Citizens and activists: Analyzing the reasons, impact and benefits of civic emails directed at a grassroot campaign, by Anne-Marie Oostveen (Oxford Internet Institute)
  • Digital public discourses. A case-study of the Swedish EU election 2009 at Newsmill.se, by Kristoffer Holt (Mid Sweden University)

12.00 – 13.30.- Lunch

13.30 – 14.30.- Key note. Mediated democracy and the centrality of civic identities and practices, by Peter Dahlgren (University of Lund, Sweden):

14.30 – 14.45.- Coffee/tea

14.45 – 16.15. Panel 3: Communication and participation in European elections

  • European elections, the media, and public opinion: A research assessment and future prospects, by Claes de Vreese (University of Amsterdam)
  • Are voters engaged citizens? British voters and the European election 2009, by Karin Wahl-Jorgensen and Inaki Garcia-Blanco (University of Cardiff)
  • Going beyond informing? Online interaction and the UK EP candidates, by Darren Lilleker and Nigel A. Jackson (Bournemouth University)
  • Towards a virtual constituency? Comparative dimensions of MEPs online and offline constituency orientations, by Jordanka Tomkova (European University Institute)

Related poster presentations:

Let’s talk about it: Civic participation and and the EU’s communication strategy, by Kristine Marie Berg (Københavns Universitet)

16.30 – 17.30.- Business meeting Political Communication section

19.00.- Dinner at a local restaurant

FRIDAY, 18th September 2009

09.30 – 11.15.- Panel 4: Mediated participation – online and offline involvement

  • A mediated citizenship. Exploring the linkages between media systems and political involvement, by Adam Shehata, Jesper Strömbäck (Mid Sweden University)
  • Participation in the European project: Analysing attempts to mobilise citizens in European issues at the local and regional level, by Jamal Shahin, Olof Soebech (Institute for European Studies), Jeremy Millard (Danish Technological Institute)
  • E-participation and iCitizens. Political participation and citizenship in convergence culture, by Jakob Svensson (Karlstad University)
  • An internet mediated domain of local governance, by Paul Hepburn (University of Manchester)
  • (Re-)Conceptualizing citizenship – How the Internet changes political communication and participation, by Martin Emmer, Gerhard Vowe and Jens Wolling (Ilmenau University of Technology)

11.15 – 11.30.- Coffee/tea


11.30 – 13.15.- Panel 5: Mediation and representation

  • Debating ‘deficit’: Mediated citizenship and communicational ethics, by John Corner (University of Leeds)
  • Performing politics and performing protest in Scotland: Spectacle, citizenship and performance in the public sphere, by Sarah Hill (University of Edinburgh)
  • Claiming in front of cameras: Forms of citizenship in Greek television, by Fani Kountouri and Nicolas Souliotis (University of Thessaloniki and University of Thessaly)
  • The social imaginary of new mediated practices: issues for discussion, by Pantelis Vatikiotis (University of Athens)
  • Replaying and relaying: Citizenship, popular culture and the role of social media, by Christian Christensen (Karlstad University)

Related poster presentations:

Personalization on politicians’ personal homepages and its perception, by Andrea Burmester (University of Zürich)

13.15 – 13.30.- Conclusion

14.30 – 16.30.- YECREA workshop

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lunes, agosto 03, 2009

El laberinto persa: Más allá de Twitter

Septiembre de 2008. En el refectorio de un bed and breakfast británico, me siento a la mesa en la que un varón de unos 60 años se apodera con fruición un completo desayuno inglés. Se trata de un padre iraní que viene a acompañar a su hija, recién llegada para estudiar en una prestigiosa escuela de negocios. Me cuenta lo fácil que han sido para ella los exámenes de acceso, mientras que para sus amigas occidentales fueron poco menos que una odisea. Se queja de las dificultades que tiene para enviarle dinero, debido a las sanciones internacionales que pesan sobre Irán. “Tenemos un gobierno malísimo”, confiesa. También se queja de los Estados Unidos, a los que su propio país, dice, está sacando las castañas del fuego en Irak. “Llevan allí cuatro años y, ¿qué han hecho? Nada.” Teherán, insiste, es una fascinante metrópolis, grandiosa y moderna. Presume de que el país está a la vanguardia en las ciencias duras (matemáticas y física). Su propia hija es un ejemplo.

Desconozco si mi interlocutor en aquel humilde hotel estuvo (o está) entre los manifestantes iraníes que siguen protestando contra el aparente fraude electoral del pasado 12 de junio. Pero tras aquella breve conversación, intuyo que este padre de familia podría representar bastante bien al iraní contemporáneo, al menos el más urbano: Orgulloso del potencial de sus conciudadanos, y crítico con el gobierno. Irán es sorprendente, contradictorio. Prueba de ello es el contraste entre el rigorismo islámico de algunos de sus líderes y el acceso de la mujer a la educación superior y a ciertos cargos públicos. Núcleo de la antigua Persia, el Irán actual es un lugar excepcional, de mayoría chiíta, la rama heterodoxa del Islam.

Comprender la política y la sociedad iraníes es tarea compleja, y ahí resida quizá la tibia reacción de Obama a las protestas populares en Teherán contra Ajmadineyad. Al fin y al cabo, los manifestantes no parecen querer un cambio de régimen, sino un simple recuento de votos. “Los estudiantes en Tiananmen querían una democracia verdadera, y los polacos [que simpatizaban con el movimiento Solidaridad] querían un cambio de régimen, pero los iranés podrían estar buscando algo intermedio” declaró uno de los consejeros del Presidente norteamericano al New York Times. Laura Secor, escribiendo para la revista New Yorker, se sorprendía del carácter moderado de la impresionante “ola verde” encabezada por Musavi, un insípido candidato que ya fue Primer Ministro en la década de los 80 y al que Ajmadineyad vapuleó en un curioso debate electoral.

Los estudiosos de la comunicación política habrán tomado buena nota de otra contradicción, la que se da entre limitado acceso a Internet en Irán (35% de la población, comparado, por ejemplo, con el 48,5% en España, que no destaca precisamente por su conectividad) y el papel protagónico asignado a las webs de redes sociales en las movilizaciones populares contra el régimen. En especial se ha hablado de Twitter, una herramienta de micro-blogging que se pensaba exclusiva de los más avanzados usuarios de la red. Quizá se haya subestimado la labor del servicio persa de la BBC, que el gobierno iraní ha tratado de censurar con más ahínco, si cabe, que a la propia Internet.

La revolución iraní ya tiene su icónica martir, Neda, a la que se ha inmortalizado en serigrafías que, no por casualidad, recuerdan a las de Obama. Mientras tanto, el resto del mundo observa en Irán el doble filo de las nuevas tecnologías de comunicación, que tanto ayudan al control represivo como a la escurridiza subversión. Quizá el cambio llegue más tarde de lo esperado. La crítica al poder, común entre los iraníes, no es garantía de democratización. El escritor inglés Gerald Brenan, autor del mejor libro sobre la Guerra Civil española, El laberinto español (1943), predecía que una dictadura no sobreviría mucho tiempo en España, ya que se criticaba sin compasión al gobierno en las cafeterías. La dictadura , con sus altibajos, duró 40 años.

Lecturas recomendadas:

Anónimo. 29 de junio de 2009. “Letter from Tehran: With the marchers.” The New Yorker, pp. 28-31.

BBC News. 19 de junio 2009. “Who’s who in Iran.” Online: http://news.bbc.co.uk/2/hi/middle_east/8102406.stm

Erdbrink, Thomas. 6 de junio de 2008. “Iran makes the sciences a part of its revolution.” The Washington Post.

Kapuscinski, Ryszard. 1987. El Sha o la desmesura del poder. Barcelona: Anagrama.

Markoff, John. 1 de mayo de 2009. “Cyberwar: Iranians and others outwit net censors.” The New York Times.

Murado, Miguel-Anxo. 21 de Junio de 2009. “Irán, ¿unha revolución Twitter?La Voz de Galicia.

Sanger, David E. 28 de junio de 2009. “Understanding Iran: Represession 101.” The new York Times.

Secor, Laura. 29 de junio de 2009. “Protest vote.” The New Yorker, pp. 23-24.

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