La moda de dormir en camas separadas o la cuenta atrás previa al lanzamiento de un cohete son, por increíble que parezca, hábitos heredados del cine. En un interesante libro de entrevistas (1) con el legendario Marshall McLuhan, el teórico canadiense nos deleita con sus siempre agudas observaciones sobre la influencia de la cultura mediática en nuestra vida cotidiana. Dice McLuhan que, desde el momento en que la televisión empezó a emitir los partidos de fútbol con repeticiones a cámara lenta de las mejores jugadas, los futbolistas ya no juegan ni se caen de la misma manera. Lo hacen de una manera teatralizada, para la cámara, porque saben que están siendo vistos por una audiencia que va más allá de los seguidores presentes en el estadio.
La serie El Ala Oeste de la Casa Blanca (The West Wing) llega a su final este domingo en Estados Unidos, y la BBC se pregunta por la posible influencia de la serie en la vida real en y en la política norteamericana. El contraste entre el presidente Bartlet (intepretado por Martin Sheen) y el presidente Bush invita a pensar que dicha influencia a sido poca o nula. Bartlet es demócrata, Bush es republicano, y el mandato de ambos ha transcurrido en dos mundos paralelos. Sin embargo, Joe Lockhart, portavoz de Bill Clinton en sus tiempos como presidente en la Casa Blanca, dice que la serie ha descubierto para muchos las bambalinas del poder ejecutivo. Miles, millones de espectadores saben un poco más sobre las relaciones entre el gobierno y la prensa, las reuniones a alto nivel entre mandatarios, y las maniobras del ejecutivo para minimizar escándalos públicos o negociar con grupos de interés. La serie, dice Lockhart, podría haber despertado interés en el funcionamiento del gobierno en una democracia y, eventualmente, un deseo de mayor implicación en los asuntos públicos.
Ficción y realidad podrían estar más cerca de lo que parece. La serie televisión se despide con Bartlet dando el relevo a un nuevo presidente, justo cuando los niveles de popularidad del presidente real, George W. Bush, están en mínimos históricos. Y Geena Davis, presidenta de los Estados Unidos en la serie Commander in Chief, podría preparar el terreno para la llegada de la primera presidenta americana en la vida real. Imitación a la vida (mediática).
Notas:
(1) McLuhan, Marshall. 2003. Understanding me: Lectures and interviews. Cambridge, Massachusetts: MIT Press.
Tags: comunicacionpolitica, mcluhan, bartlet, bush, martinsheen, geenadavis, westwing.
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