Cada vez se antoja más difícil seguir el vertiginoso ritmo de publicación académica en comunicación política. No solo por la amplitud del campo de interés, que abarca journals de comunicación y ciencia política, sino porque se trata de una de las áreas de las ciencias sociales más activas, con científicos de todo el mundo aportando nuevos hallazgos sobre regímenes democráticos y semi-autoritarios. Se mantienen como temas de interés la polarización identitaria, la desinformación y los discursos de odio. En esta selección han participado los miembros del Comité Académico de ACOP.
Fanning the flames of hate: Social media and hate crime, por Karsten Müller y Carlo Schwarz, publicado en Journal of the European Economic Association, Vol. 19, Núm. 4, agosto 2021, págs. 2131–2167, https://doi.org/10.1093/jeea/jvaa045
Según Carlos Arcila, “es lo mejor que se puede encontrar sobre los efectos de la polarización y el discurso de odio en las redes sociales. Establece una relación entre los mensajes anti-refugiados y los crímenes contra este colectivo, por lo que es una perspectiva bastante innovadora en comunicación política”.
Post post-broadcast democracy? News exposure in the age of online intermediaries, por Sebastian Stier, Frank Mangold, Michael Scharkow, y Johannes Breuer, publicado online el 29 de octubre de 2021 en American Political Science Review, https://doi.org/10.1017/S0003055421001222
El famoso efecto burbuja que favorecerían las redes sociales habría sido exagerado. Es más, las plataformas como Facebook o Twitter fuerzan a los políticamente apáticos a exponerse a noticias de contenido político. Sìlvia Majó-Vázquez recomienda su lectura, ya que lejos de limitar la variedad de la dieta informativa, las redes sociales la diversificarían.
No polarization from partisan news: Over-time evidence from trace data, por Magdalena Wojcieszak, Sjifra de Leeuw, Ericka Menchen-Trevino, Seungsu Lee, Ke M. Huang-Isherwood y Brian Weeks, publicado online el 1 de noviembre de 202 en The International Journal of Press/Politics, https://doi.org/10.1177/19401612211047194
Sìlvia Majó-Vázquez llama la atención sobre este artículo. Tras contrastar los datos de navegación con una encuesta de opinión, los autores descubren que las noticias, provengan de webs neutrales o partidistas, tienen un efecto muy limitado en la polarización de las audiencias. Entre otras cosas, porque el consumo de información constituye una ínfima parte de la dieta online de los usuarios.
Perceived credibility of tweets by opinion leaders during the COVID-19 pandemic in Spain, por Reinald Besalú, Carles Pont-Sorribes y Aleix Martí, publicado online el 29 de noviembre de 2021 en International Journal of Communication, Vol. 15, https://ijoc.org/index.php/ijoc/article/view/17743
Esta investigación, financiada por la Cátedra Ideograma-UPF de Comunicación Política y Democracia, muestra que los expertos y los medios de comunicación gozan de mayor credibilidad que los políticos o los famosos a la hora de informarse sobre el coronavirus en Twitter.
Coronavirus misinformation: quantifying sources and themes in the COVID-19 ‘infodemic’, por Sarah Evanega, Mark Lynas, Jordan Adams y Karinne Smolenyak, disponible en pre-print desde el 7 de octubre de 2021 en el Journal of Medical Internet Research, https://preprints.jmir.org/preprint/25143
En ámbitos académicos se ha asentado el adagio de que “la desinformación viene sobre todo desde arriba”, en referencia al papel de los políticos populistas en la circulación de teorías de la conspiración. Investigadores de la Universidad de Cornell analizaron 38 millones de noticias en inglés sobre la pandemia y descubrieron que fue el mismísimo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el mayor diseminador de desinformación sobre el coronavirus.
Distract and divert: How world leaders use social media during contentious politics, por Pablo Barbera, Anita Gohdes, Evgeniia Iakhnis y Thomas Zeitzoff, publicado online el 18 de agosto de 2021 por el Center for Open Science (Open Science Framework), https://osf.io/38mv7/
¿Qué hacen los políticos cuando se produce una crisis doméstica? Pues, lejos de callarse y ponerse manos a la obra, utilizan las redes sociales para distraer a los ciudadanos, incrementando el número de sus mensajes y desviando la atención hacia la política internacional, publicando fotos de sus encuentros con gobernantes extranjeros.
Short of suspension: How suspension warnings can reduce hate speech on Twitter, por Mustafa Mikdat Yildirim, Jonathan Nagler, Richard Bonneau y Joshua A. Tucker, publicado online el 22 de noviembre de 2021 en Perspectives on Politics, https://doi.org/10.1017/S1537592721002589
Lo mejor que se puede hacer para reducir los discursos de odio en Twitter es enviar un mensaje de advertencia al perpetrador de los discursos inciviles. Los avisos de suspensión de la cuenta, y no la suspensión en sí, parecen ser más efectivos a la hora de rebajar la acidez de los mensajes, según el experimento llevado a cabo por los autores.
Commercial companies in party networks: Digital advertising firms in US elections from 2006-2016, por Bridget Barrett, publicado online el 22 de noviembre de 2021 en Political Communication, https://doi.org/10.1080/10584609.2021.1978021
Si consideramos que los partidos políticos no operan en un vacío, sino que colaboran con toda una serie de actores externos para difundir su publicidad política (como las agencias de comunicación o las plataformas de redes sociales), podemos concebir los partidos como un nodo más en una red política. Pues bien, el estudio de las campañas electorales americanas durante la década que va de 2006 a 2016 revela que Google y Facebook son actores centrales en dichas redes, influyendo de manera determinante en la publicidad electoral. Son, por así decirlo, dos de los actores políticos más relevantes en las elecciones norteamericanas.
Preaching to the choir? Rhetoric and identity in a polarized age, por Rob Goodman y Samuel Bagg, publicado online el 19 de noviembre de 2021 en The Journal of Politics, https://www.journals.uchicago.edu/doi/10.1086/715171
En un contexto social marcado por la creciente importancia de las identidades, el discurso político de los candidatos tiene mucho que aprender de las homilías de los líderes religiosos. Los autores de este artículo reflexionan sobre las ventajas y peligros de una política que se dedica a predicar a los ya convencidos.
Policy or person? What voters want from their representatives on Twitter, por Nathalie Giger, Stefanie Bailer, Adrian Sutter y Tomas Turner-Zwinkels, publicado en diciembre de 2021 en Electoral Studies, Vol. 74, https://doi.org/10.1016/j.electstud.2021.102401
Hasta ahora el mantra de todo consultor era el de ‘humanizar’ al político, hasta el punto de hacerle compartir en redes sociales detalles de su vida privada que podían resultar sonrojantes. Tras un experimento online en Alemania y Suiza, los autores de este estudio concluyen que los votantes prefieren que los políticos hablen sobre sus posiciones políticas y no sobre sus aficiones.
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