Cuando Homero Gil de Zúñiga preguntó a uno de sus alumnos de periodismo en Texas dónde había leído, escuchado o visto la noticia que comentaban al inicio de la clase, el estudiante no fue capaz de mencionar ningún medio en concreto. Simplemente, se había enterado de una manera pasiva. La noticia lo había encontrado. Es lo que Gil de Zúñiga llama la “news finds me perception”. A pesar de que la atención que prestan a los medios convencionales es escasa, muchos estudiantes se creen bien informados y confían en las redes sociales para estar al tanto de la actualidad.
En una investigación presentada este martes 19 de abril en la Universidad Carlos III de Madrid en calidad de catedrático de excelencia de la UC3M-Santander, Gil de Zúñiga reveló que aquellos que más confían en que las noticias les lleguen sin ningún esfuerzo tienden a consumir menos prensa y televisión y beben fundamentalmente de las redes sociales (algo esperable) pero, sin embargo, no están más informados sobre la actualidad política.
Podría pensarse, pues, que un consumo pasivo de información a través de las redes sociales es un depresor de la participación política. Es lo que ya sugirieron investigadores de la Universidad de Wisconsin a finales de los noventa: el consumo recreativo de contenidos online, a diferencia del consumo informativo, está relacionado con una menor implicación política.
Pero las redes sociales no son un contenido online cualquiera. En cierta manera, nos obligan a expresarnos políticamente aunque no seamos proclives a revelar nuestras inclinaciones ideológicas. De las múltiples identidades que manejamos en las redes sociales, una de ellas es política, y ésta acaba por descolgarse en alguna opinón en forma de tuit o post en Facebook. Según las investigaciones de Gil de Zúñiga, el uso de las redes sociales nos lleva a revelar nuestra identidad política. Otra cosa es que esa expresión política se traduzca en participación política efectiva, de ahí que últimamente se haya acuñado el término ‘slacktivism’ para referirse al activismo que no va más allá del ‘me gusta’.
Homero Gil de Zúñiga es profesor en la Universidad de Viena, donde dirige el Media Innovation Lab. Sus investigaciones se centran en el impacto de las nuevas tecnologías de la comunicación en el comportamiento político.
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